/Crónicas///

Rosvita – Madrid (18/03/2010)

Nacho, Mane y Manolo (César)
6.7
El Sol, Casi lleno
Precio: 10 €

Presentación por fin del tercer artefacto sonoro del trío madrileño Rosvita, junto a su colega Fajardo ejerciendo como telonero. Todo listo para volver a hablar de lo grandes que son en directo estos chicos… pero resulta que no, que en realidad vamos a hablar de oportunidades perdidas y de una sensación encontrada entre un concierto bastante correcto, pero no tanto como suelen ser los aquí mencionados.

El caso de Fajardo está mas centrado en que no llegué a conectar en ningún momento, sobre todo por un sonido sucio y descordinado que no le debió hacer justicia. Las canciones sonaron muy empañadas por esa bola de sonido, y apenas pude disfrutar como es debido de la sensacional pegada que demuestra siempre César (el de The Joe K-Plan, si). Espero que haya oportunidades de cambiar de opinión, como una pronto en La Faena. Al final del bolo salieron los dos integrantes de Tostadas, a modo de bienvenida a Rosvita, por cierto.

La jugada parecía sencilla. Rosvita saben lo que es triunfar en festivales como el Ferrarafest del Círculo de Bellas Artes, teloneando a artistas lejos de su estilo como Mono o ejerciendo de cabezas de cartel. Pero resultó que justo en un día tan señalado como este, presentando los temas de un disco que llevan preparando unos pocos años; van y se deshinchan. Luego está lo de decir como antes que un concierto sin llegar a matar de Rosvita puede equivaler al mejor concierto de una amplia mayoría de bandas madrileñas. Eso es indudable, porque son divertidos, originales y únicos.

Puede uno pensar que la situación a la hora de presentar disco nuevo no es la propicia dado que la gente no conoce los temas nuevos, pero en el caso de Rosvita esto es muy distinto. Llevan años haciéndonos disfrutar con «Pálpito», con «Qué Bien el Coco» o con «Esas Palmas Me Han Dao La Vida» que ha pasado a llamarse «Sopita» con la inclusión de letra en el susodicho tema. Aquí estuvieron todas ellas bien, incluyendo algunos de sus mejores clásicos bien intercalados entre todo el repertorio – «Llévame a Caballito (D. F.)», el increscendo adrenalínico de «Próxima Parada: Quijada Quemada», el ritmo hip hop «Hoy No He Visto la Luz» o la guitarrera «Calcetines Rojos de la Suerte» – pero da la sensación de que bien por el volumen innecesariamente alto o bien por cierta falta de ir a por todas, no vimos todo lo esperado.

Avisamos que el sonido del grupo ahora mismo hereda claramente lo mas centrado en teclados y ritmo de «Podrida Ser», pero dan cabida a momentos de calma cómo el habitual final con «Perromono» o el ruidismo de «Llevármela» (en el que subió una vez más César de Fajardo a tocar la batería mientras Nacho tocaba la trompeta por en medio de la sala). Lo digo porque con sus capacidades, se desquitaran con el siguiente concierto en la capital.

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18 de marzo de 2010