Expectación para ver a una banda tan querida como Redd Kross de nuevo en Bilbao. Su «Researching the Blues» por fin ofrecía una excusa de empaque para una gira y no es que hubiera de quejarse de que giraran sin disco, pero cierto es que ya tocaba. De los temas nuevos más rotundos se sirvieron para, junto a un repertorio plagado de hits, ofrecer un concierto que podemos calificar de para todos los públicos y más rockero que las últimas veces que les tenemos vistos.
Esta vez los hermanos McDonald aparte del impecable y contundente Roy (apellidado igual, pero no de la familia) a la batería traían como novedad a Jason Shapiro a la guitarra. Le echó ganas pero le falta carisma para codearse con los hermanos, cosa que no le pasaba al excéntrico Robert Hecker. No sabemos si su presencia tuvo algo que ver en este mayor peso en el rock duro que en las perfectas melodías pop. Seguramente no y sea simplemente que los McDonald a su edad disfrutan de rockear por todo lo alto. Tanto que los primeros temas el sonido fue algo abrupto y la voz de Jeff McDonald también. Cuando le vimos interpretar «Stay Away From Downtown» nos temimos que su garganta le iba a jugar una mala pasada a él, a sus melodías de voz y de paso a todos nosotros. Por fortuna no fue tan así, pero es indudable que fue un concierto en el que ganaron los riffs a las melodías vocales por un buen trecho.
Mirado por el lado positivo, es lo que pasa cuando tienes una banda tan completa, longeva y que abarca desde el pop al punk pasando por el hard-rock. Y lo bueno es que a estas alturas no renieguen de ninguno de estos géneros. Los temas nuevos como «Uglier» (con Steve al micro) o «Researching the Blues» ya tienen suficiente recorrido como para ser recibidos por el público a la altura de los clásicos. Y es que clásicos tienen para aburrir pero no faltó casi ninguno de los más populares: «Mess Around», «Annie’s Gone», «Jimmy’s Fantasy» (con simpática pifia de Jeff) o «Lady in the Front Row» levantaron los ánimos todo lo que fue posible, ya que el público bilbaino se mostró un tanto apagado y apenas consiguieron de él que coreara una letra tan de primero de escuela de idiomas como la de «Crazy World». ¿Cosas de un concierto corto (sobre la hora y cuarto) y sin teloneros? Quizá.
En actitud, la pareja protagonista estuvo formidable, Jeff simpático y excéntrico como siempre, Steve bromista e hiperactivo. Sin duda tras tantos años, que se notan más en esos cinco que Jeff le saca a Steve, siguen teniendo química y lo pasan en grande girando, que es lo más importante para que ni siquiera nuevos proyectos de la relevancia de OFF! frenen su actividad. Inolvidables esos juegos de melenas entre los dos. Tampoco dejaron de destilar ese aire freak y mitómano gracias a versiones como la genial «Blow You a Kiss in the Wind». O el tributo a una de sus notables influencias, «Deuce» de Kiss, para finalizar un concierto que les retrató como la banda fundamental del rock con mayúsculas que son pero que se hizo, sumando ínfimas pegas por aquí y por allá, escaso para su legado.