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Primavera Club – Madrid (27/11/2011)

8.7
Joy Eslava, Casi lleno abajo
Precio: Varios precios

El cierre de Primavera Club siempre ha obedecido a una serie de normas no escritas que se repiten, este año la única sala fue Joy Eslava, relevando a Rock Kitchen y Caracol en esa tarea. Igualmente una banda destacada que había actuado la noche anterior con la presencia de los esperadísimos Girls, que por otro lado se pueden comparar con el éxito de Retribution Gospel Choir hace dos años pero no con el irregular show de Beach Fossils. De lo que no hay duda es que también hubo un concierto impecable que nadie esperaba con el intenso paso de Braids, aunque en la edición pasada fueran los guitarreros Screaming Females los que nos dejaran boquiabiertos.

FIRA FEM

Fira Fem son los otros que sorprendieron mucho a los que ya iban apareciendo por una sala que había registrado una más que decente entrada para las horas que eran y para el esfuerzo acumulado. La banda se presentó por fin en Madrid ahora que han fichado por Aloud Music Ltd y no dejaron a nadie indiferente, a pesar de lo complejo y único de su propuesta. Podríamos entrar a citar nombres a los que suenan, pero en realidad no ayudaría a hacerse una idea de como suenan, ya que parecen dispuestos a no dedicarse a copiar la última moda musical.

Pudimos ver que como músicos no tienen ninguna duda, defendiéndose con uñas y dientes con un batería sensacional en pegada y técnica, igualmente que se alternaban las guitarras tropicales y los sintetizadores más gruesos. Parece que hay mucho camino por el que ahondar con su propuesta, sólo esperamos verlos con algo menos de miedo escénico para la próxima vez, que esperemos sea ya con disco de debut bajo el brazo.

BRAIDS

El cuarteto canadiense Braids fue una de las sorpresas de todo el festival como decíamos antes y arrancaron los aplausos más largos de todo el festival, con permiso de unos Givers que tenían más gente delante. Y eso que la propuesta no era fácil de digerir un domingo después de tantos y tantos conciertos, pero es que lo hicieron tan bien que sólo pudieron salir triunfantes de Madrid.

Su sonido bebe indudablemente del «Feels» de Animal Collective, pero adquiere otra dimensión con dos pinceladas que lo hacen todo verdaderamente único e irrepetible: la voz aguda (a lo Joanna Newsom o incluso nuestra Russian Red) de su cantante y guitarrista Raphaelle en una primera capa y la del ruido shoegaze en una segunda.

Cuando el concierto terminaba su cantante se quedaba visiblemente emocionada viendo como aplaudíamos durante unos cuantos minutos en lo que era su final de gira mundial. Por cosas como estas es tan bonito Primavera Club. Darán que hablar.

MAZES

Con Mazes hubo una división de opiniones más que lógica. Ellos tienen un disco la mar de resultón, repleto de pildorazos entre el power pop más ruidoso y el rock alternativo más noventero; pero no tienen nada más: tocan sus temas, hacen sus bromas chulescas británicas, prueban su guitarra sistemáticamente en los intermedios y en general disfrutan aún moviéndose poco.

Para los que fueron capaces de apreciar y disfrutar esos temas tan redondos de los que hablábamos su concierto estuvo realmente bien, puesto que el sonido y la ejecución fueron casi impecables. Para los que no era su rollo y tampoco andaban receptivos a sus melodías con olor a 90’s la cosa fue todo lo contrario. Y como de eso se trataba su presencia en el festival, salieron triunfantes para el que escribe.

GIRLS

No se me ocurre mejor final para esta edición de Primavera Club que cerrar con Girls, una de las bandas que mayores aplausos está levantando entre crítica y público en los últimos tiempos, siempre hablando de esa corriente de pop vanguardista que tiene en Internet la mayor fuente de información posible.

La banda de San Francisco estuvo realmente bien a su paso por una Joy Eslava que enrareció un poco el sonido de la enorme carga melódica de las guitarras, pero que mantuvo ese aire visualmente barroco que tan bien encaja con su reciente obra «Father, Son, Holy Ghost». Podemos poner otras pegas al concierto, pero creo que la principal para que su concierto hubiera quedado perpetrado como uno de los mejores de todo el festival fue un repertorio que se volvió en contra de ellos mismos con un inicio plagado de sus mejores canciones y un final algo lineal y denso. Poco apropiado el orden pero no el contenido, vaya.

Si en los primeros compases habíamos tenido sus canciones más celebradas del nuevo disco como «Heartbreaker», «Vomit» o «Honey Bunny», también se sumaban los dos hits de su excelente disco debut: «Laura» y «Lust for Life». Al final esto hizo que flaqueara el tramo final, con un exceso de densidad que oscureció demasiado el resultado final en un concierto que había permanecido impecable gracias a la buenísima alternancia entre canciones pop de toda la vida, buenos guitarrazos psicodélicos y momentos instrospectivos de corte más acústico.

Probablemente pocos habrían apostado porque esa banda desenfadada se iba a convertir en esta locomotora de pop psicodélico (y rock cuando las guitarras se encendieron). Un final de festival repleto de melodías pop y de un aluvión de guitarras imparable, como debía ser.

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27 de noviembre de 2011