Cuarta cita ya, el cansancio se hacia notar. Y aun mas cuando ves que tu siguiente parada es a las 16:30 con Bigott y luego a las 18:00 con Tara Jane O’Neil. El destino quiso que no, que con llegar al concierto de los penetrantes The Black Heart Procession tendríamos suficiente.
Y la verdad que podemos decir a gusto que el concierto de esta banda norteamericana fue sin duda de lo mejorcito de todo el festival. Su post-rock de raíz folk caló muy bien en la sala Joy Eslava, a pesar de que el sonido del bajo tenía demasiado protagonismo. Instrumentos poco habituales como el serrucho o una especie de cascabeles de golpes raros, se entremezclaban con la voz penetrante de Pall Jenkins y con una sección rítmica fantástica. Muy bien.
Luego ya tocaba irse a dar un paseo a Caracol, dónde acababan justo Port O’ Brien sin subir gente al escenario siquiera. Menos mal que para contrarrestar teníamos la incendiaria actuación de los catalanes Za. Su avantgarde que tanto nos gusta en vivo marca diferencias, y eso que ahora que son dúo su show decrece en cuanto a calidad. Pero claro, entrar a Caracol y ver a un ser humano con el pelo extramadamente largo arrastrandose por el escenario mientras suena encima del escenario «Bugamaistah, Spazzfrica Ehd & Papa Dupau vs Ceacescu» es algo que es necesario ver para creer. Ese paso a dúo transforma mucho las canciones y además obliga a pasar por improvisaciones mucho menos ricas y divertidas, que al menos compensan con buen humor y una mayor novedad en su show. Esperemos que vuelvan pronto a ser tres, pero mientras nos quedamos con ellos como dúo lo que haga falta.
En lugar de mantenerse en la sala para poder volver a ver a HEALTH, tuve idea de pasar a ver a Kid Congo & The Powers a un Wurlitzer Ballroom que se antojaba imposible. Estar allí pelín antes no solucionó nada, asi que hubo que emigrar a resguardarse del frío al concierto de Retribution Gospel Choir del Círculo de Bellas Artes.
Alan Sparkhow de Low sabe muy bien lo que se hace delante de la gente, pero es que sus compañeros de banda son fantasticos siguiendo la estela (especialmente su tremendo baterista). Presentaron los temas de su nuevo «2», pero en realidad representaron un poco al rock mas pesado y a la vez espritual, en un festival mucho mas orientado a otras propuestas. Otros que estuvieron muy bien.
Quedarse a School Of Seven Bells era la idea clara, pero para ser justos tener un dj en medio orientó la decision al descanso merecido de una acumulación de conciertos entre gustosa y mortal.