entrevista con

«Nosotros tocamos loloizando: no somos muy buenos técnicamente, y solemos reproducir a nuestra manera cosas que nos gustan»
Spazzfrica Ehd (Edi) forma junto a Papadupau (Pau) uno de los dúos musicales más imaginativos del mundo. Con motivo de su paso por Sound Isidro (21 de abril, Sala El Sol) de Madrid charlamos con él sobre su reciente disco “Loloismo”, sobre la historia de la banda y sobre promotores cocainómanos

/Entrevistas///

Viendo la química que los dos tenéis en vivo y en estudio con los bandazos estilísticos de cada uno, me surge la duda de donde os conocisteis los tres miembros iniciales de ZA! Entiendo que musicalmente debió haber una unión especial para que todo esto haya ido para adelante con esta valentía del “todo vale”.

Me encanta que nos hagas esta pregunta. Los tres miembros iniciales de ZA! nos encontramos en un reformatorio del CCES (ya sabes, el Centro para la Corrección de la Energía Subnormal). Bugamaistah tenía el poder de doblar sus dedos de una forma tan abrumadora como inútil. Papadupau tenía el poder de llevar pantalones con estampados de elefante sin pasar vergüenza alguna. Y Spazzfrica Ehd tenía en su poder la Gran Chaqueta Inmortal, una chaqueta de skater comprada con 17 años que no sufre el paso del tiempo, ni tiene que ser lavada nunca (o al menos eso defiende Spazzfrica, que como ha fumado tanto ha perdido ya el sentido del olfato).

En el CCES nos intercambiamos música, Bugamaistah trajo a los Melvins, Papadupau trajo unas grabaciones de campo de Hugh Tracey, Spazzfrica trajo unos tupatupas hardcoretas, lo metimos en la Thermomix del Groove, temperatura Varoma, y salió lo que salió.

Y, ¿cómo fueron esos inicios musicales propios? ¿Empezasteis a tocar de manera autodidacta? Esto de añadir todos estos cachivaches que usais en vivo ahora mismo, ¿También va surgiendo mientras vais explorando el futuro de la banda?

Todos somos autodidactas, sí. Nuestros inicios musicales fueron en los locales de ensayo de la Zona Hermética de Sabadell, pasando muchas horas ahí probando, escuchando discos que alguien se había comprado, versionando estos discos, intercambiándonos los instrumentos… Recuerdo intentar versionar muy mal a Lightning Bolt o a Tortoise, probar de sonar como los Neubauten metiendo cosas en los parches o entre las cuerdas… Hubo mucho ensayo-error, muchas pruebas fallidas, muchas horas invertidas y muchas risotadas. Cuando alguien traía un cachivache nuevo, todos lo probábamos. Si ese alguien se cansaba del cachivache, nosotros no, así que nos lo quedábamos. Y así hemos ido acumulando discos, versiones y cachivaches. Suena todo muy nostálgico pero en realidad lo seguimos haciendo hoy en día con nuestros actuales compañeros de local.

Hay un periodo clave en la banda que es cuando vuestro bajista Happy A abandona la banda para irse a Camboya. Si echáis la vista atrás, ¿cómo fue ese momento de pensar hacia donde iría Za? ¿Os imaginabais que ibais a conseguir los dos haber sacado ya tres discos solos y manteniendo el nivel?

Cuando Happy A AKA Alberto Bugamaistah se fue a vivir a Camboya, no teníamos ni idea de lo que iba a ocurrir. Teníamos una gira por España y Portugal a pocas semanas vista y Pau y yo adaptamos el set como pudimos. El primer concierto en Zarautz fue un desastre. El segundo ya moló más, y en el tercero aprendimos a sacar partido del hecho de ser sólo dos. Esa gira fue muy intensa y reveladora. Sin embargo, no nos imaginábamos para nada cómo iban a ir las cosas, y mucho menos que terminaríamos dedicándonos principalmente a esto. En general no hacemos ni planes ni nos generamos expectativas, es la mejor forma de aceptar lo que venga, sin frustrarte ni fliparte.

Como dices, reto conseguido el de seguir siendo ZA! (con todo el peso que ello conlleva) vosotros dos solitos, pero ¿Habéis pensado ahora incorporar más miembros a la banda? Por ejemplo, tirar de colaboraciones de vuestro Mundo Estrella para hacer algún disco especial.

Nos flipa tocar con más gente, y tenemos la suerte de hacerlo en muchos conciertos de Za! donde siempre acaba subiendo alguien a tocar, y nosotros siempre nos subimos a tocar con quien nos deje. También tenemos las Noches del Caballo y la Orquesta del Caballo Ganador, donde en cada concierto improvisamos con músicos distintos, la cual cosa es un chute de inputs muy grande.

Sobre hacer algún disco “especial”, se barajaron ideas muy locas de cara a sacar un disco que agrupase buena parte de grupos del Mundo Estrella, pero a veces la ideas locas son muy caras, y nuestro sello DIY Gandula no da para grandes inversiones.

Centrándonos ya en vuestro periodo siendo dos, se puede decir que ZA! ha ido evolucionando pero siempre desde el punto de vista del aprendizaje, ¿Verdad?

Totalmente de acuerdo. Y nuestro máximo aprendizaje siempre es de las bandas con las que tocamos, de la peña que nos monta conciertos, de la gente que se apunta a nuestros talleres de impro y se inventa una señal nueva que luego incorporamos en el Caballo… También hay otras fuentes de aprendizaje, como problemas técnicos en una prueba de sonido, la dicción de un promotor demasiado encocado, o una radio de un coche que salta de emisora en emisora sin avisar.

También hemos ido aprendiendo lo que hay alrededor de la música, intentando llevar nosotros mismos la edición, distribución, contratación y otras cosas que acaban con «ción«.

«Nosotros tocamos loloizando: no somos muy buenos técnicamente, y solemos reproducir a nuestra manera cosas que nos gustan» - Za!

Llega Loloismo. El tema este del “lolo” es algo que llegó mucho a nuestra redacción. Somos bastante seguidores de hacer “lolololo” en los conciertos, pero uno más en plan “puño en alto” y tal.¿Por qué os gusta tanto esto del “lolo”? ¿Sois más seguidores de los “Lolo” de partido de fútbol o de concierto de estadio?

Nos gusta el loloismo porque es algo colectivo, porque es una evolución natural de un tema original, y porque no tiene que estar muy bien realizado, sino que su poder reside en que lo hace mucha gente a la vez. Nosotros tocamos loloizando: no somos muy buenos técnicamente, y en general solemos reproducir a nuestra manera cosas que nos gustan. La de «Ceaucescu» no deja de ser una versión “loloizada” de los Monkey Chants o Kecak de Bali.

Por otro lado, también nos encanta el loloismo porque des-sacraliza cualquier cosa. Probad de loloizar a Dead Can Dance, a Antony and The Johnsons, loloizad una misa, loloizad música dodecafónica. ¿Qué pasa? Que le quita toda la solemnidad, le baja el plugin de seriedad y elitismo y lo baja a la tierra, con los garrulos y amateurs como nosotros. Así pues, nos gusta que la música supuestamente “experimental” no esté reñida con el loloismo.

En lo musical ¿Qué diferencias en la composición de este disco habéis tenido con el resto? Desde luego, como decía, la compenetración vuestra es ya algo perfecto. Si se me permite, veo que aquí claramente que habéis encontrado un camino nuevo y despejado en vuestra continua reinvención haciendo un uso de “las maquinitas” de lo más genial.

El único hilo conductor desde que nos conocemos es no repetirnos, para no aburrirnos. Por ejemplo, sin haberlo dicho en voz alta, en este álbum hemos evitado grabar loops. El único loop de este tipo es de batería («Aquí huele a Assufre»), grabado en directo con el micro de mi voz, cosa que no habíamos hecho nunca. A toro pasado, veo cómo hemos intentado evitar algunos tópicos propios: no hemos hecho canciones largas con varias partes, hemos intentado cantar más y hacer letras, hemos intentado hacer canciones donde no pisábamos ni un solo pedal («Loloismo», «Sancha«), etc.

A nivel de “maquinitas”, yo he explotado más la posibilidad de tocar el teclado y la batería a la vez, y Pau ha exprimido el sampler de una forma espectacular y muy personal: pasa la guitarra y la trompeta por ahí, lo armoniza y filtra todo, y todo en directo. Cuando tocamos «Empatando» me flipa ver cómo se lo monta!

Es muy curioso ver ese caos controlado y divertido en vivo. Sigue pareciendo increíble como se compone todo este puzzle. Estas canciones llevaban bastante tiempo escritas o probadas en vivo, no? Recuerdo aquel concierto bastante nocturno del Primavera Sound y como el concierto se centró en temas que están aquí en «Loloismo»

Hace mucho tiempo que tocamos en directo «Badulake» y «Hablas como Autechre». Las demás han sido todas compuestas y tocadas por primera vez en 2015. Sí que hay ideas que ya estaban ahí desde hace años, como el riff de «Sancha», que nos acompaña en los ensayos desde 2007, pero los temas tomaron forma en un mes de curro intenso en el local, probando estructuras, grabando maquetas con mi ordenador. La de «Captain Rondo» se terminó durante la grabación, con la ayuda de Santi García al bajo. Nunca lo habíamos hecho así, veremos cómo lo hacemos en el próximo disco.

Otro momento clave para comentar es el video de “Badulake”. Por favor, contadnos como surge la idea y la ejecución. Uno de los vídeos del año pasado sin duda. Colosal.

Jordi Castells y Aitor Garay son unos mitos del videoclip. Ya nos hicieron figurar a los 3 Za!s como actores en el video de «Pantera Pura» de nuestros hermanos Betunizer, y siempre nos insistían en hacernos uno. La idea surgió de una conversación con ellos. Nosotros les dijimos que teníamos ganas de salir en el vídeo, de disfrazarnos, de hacer un Beastie Boys a la catalana, y homenajear a los badulakes, que para nosotros son más cultura propia que los toros o els Falconers. Luego ellos hicieron el guión, yo hablé con Rustem, el colega que regenta la tienda Pim-Pam cerca de mi casa, y una horda de amigos nos ayudó de forma totalmente desinteresada a hacer el vídeo. Aprovecho estas líneas de nuevo para agradecerles a todos, a Verónica Alonso por el vestuario, a Jen de la Cruz por el maquillaje, a Isaac, Ivan, Jordi, Xavi, Aitor, Rustem, Faruk, Alfons, Mireia, Tamara, etc etc. Se lo curraron mucho, ¡Fueron dos noches enteras rodando!

Hablando de la canción en concreto, uno de los momentos más acertados del disco con ese aire a lo Islam Chipsy & EEK. ¿Alguna banda o sonido que os haya influenciado en concreto para algún momento del disco? Aparte de la electrónica noventera de Autechre, claro.

Todavía no habíamos escuchado a los Chipsys cuando hicimos el «Badulake» hace ya más de 2 años, pero sí a Omar Souleyman: tocamos con él en un festi en Polonia y le vimos muy muy desubicado y alienado, parecía que los mánagers le iban llevando de un festi a otro sin que él contase demasiado en las decisiones. Su concierto fue una influencia, como también lo fue el concierto que hicimos con Gum Takes Tooth y Ex Easter Island Heads en Inglaterra; como también lo ha sido escuchar a Skrillex en la radio; como también lo ha sido escuchar la impro delirio-pseudo-moralista-me-salto-la-mitad-de-consonantes de Javier Cárcenas en la radio; como también lo ha sido la canción “Interesse +” de Ndiogou Seck y este tipo de canciones africanas muy simples en la instrumentación. Y luego hay influencias que siempre están y que en este disco son muy obvias, como el hardcore old school en «Loloismo», el post-hardcore en «Captain Rondo», o el hip-hop de 7 Notas o SoloLosSolo en «Don Autoleyendas».

Siempre habéis sido una banda experimental con clara intención de tender al “buen rollismo” (no lo digo por lo del Pachamama a lo Manu chao). ¿Influye en esto la labor profesional de Pau?

Lo de Pachamama, Pachapapa, Pachasuegra, era un chiste. Nos hacía mucha gracia este lenguaje una parodia del
buenrollito-reciclaje-sonrisa-niños-Macaco-CivismoOficial-AnuncioDelAyuntamiento que imperó durante una época en Barcelona. Sí que queremos que los conciertos sean una experiencia colectiva. Hay bandas “experimentales” y ruidistas que no buscan eso, buscan marcar una distancia entre ellos y quien les mira, o buscan provocarles otros sentimientos como angustia. Nosotros no buscamos nada, nos sale así, bajamos del escenario porque es estúpido estar siempre encima y los otros siempre debajo, y luego después de los bolos somos de esos que charlan mucho en el puesto de merch. En términos de misticismo del artista (yatusabes, el artista maldito, malote, torturado, borde) somos una mierda, nunca seremos leyenda.

«Nosotros tocamos loloizando: no somos muy buenos técnicamente, y solemos reproducir a nuestra manera cosas que nos gustan» - Za!

He dado un ojo a reseñas de fuera sobre “Loloismo”, decidme qué os parecen algunas frases y si han acertado en algo, mientras traduzco un poco a mi manera:

–    “a sort of manic sugar high that’s addictive and follows the same peaks and troughs of marathon eating a few bags of Haribo in a row.” que sería algo como “Una especie de subidón de azúcar adictivo  que te lleva a los mismos lugares que comer unas cuantas bolsas de gominolas seguidas» (corregidme si me equivoco en algo).
Esta es buena. No sé si provocamos esto, pero a nosotros nos pasa eso tocando: hay una addicción a complicarse la vida, a llevar algo a un extremo, a exagerarlo todo.

–    “Opener ‘La Maquinaria Está Engrasada’ sets the tone by sounding like two teens let loose in a music shop” que sería “El tema inicial suena como dos adolescentes sueltos en una tienda de música”. Aquí al completo
¡Jaja! Sin duda todavía no nos sale música de puretillas. Pero todo se andará, y terminaremos como vaticina el Negro: con coleta, chaleco, pantalón blanco y tocando una acústica por DI.

–    También en Quietus leemos: “Loloismo is a pop record” de lo que sobra traducción.
No lo había pensado, pero sí, es un disco pop en su esqueleto: las canciones son cortas, hay melodía y hay estribillo.

–    Esta creo que es mi favorita: “To listeners more used to traditional rock and roll formats, ZA!’s free-form prog-jazz-rock may sound at times like a couple of drumkits falling down an elevator shaft while your Grade One kid’s band tries to play twelve different songs at once”, algo como “Para oyentes más cercanos a escuchar formatos más tradicionales de rock and roll, ZA! puede sonar como un par de baterías cayendo por el hueco de un ascensor mientras la banda de tu hijo intenta tocar doce canciones a la vez”. Aquí al completo.
¡¡Jajajaaaa!! ¡Un grupo que reproduzca esta definición con exactitud sería mi grupo favorito!

Bueno, seguís de gira. Parada en Madrid dentro del cartel de Sound Isidro el próximo jueves 21 de abril en El Sol. Intento recomendar vuestro concierto a la gente y es complicado, ya sabéis. ¿Cómo explicais a vuestros conocidos de que va el rollo de vuestra banda? ¿En pocas palabras cómo definís un concierto de ZA! vosotros mismos?

¡Pfff! Pues que hay un poco de rock progresivo, algo de electrónica, ritmos raros, muchos pedales, la parte free del free jazz y mucho cachondeo.

Creo que ya lo hemos hablado pero siempre recordaré aquel primer concierto que vi de Za en Fuenlabrada dentro del Pegatinafest. Ahora que ya han pasado casi diez años de eso se me viene a la mente la pregunta: ¿Qué conciertos de ZA! guardáis en la recámara como especiales para el devenir de la banda?

El primero en Madrid fue muy especial, en la Siroco con Ensaladilla Rusa y Ginferno. Sus conciertos nos marcaron durante años. Y además moló mucho porque la sala estaba llena de moderniquis que insultaban a Pau por su pelo y le llamaban “pelo Pantene” y “toca una de Venom”. Hicimos el concierto más heavy metal de nuestras vidas.
En general nos mola que el concierto sea un reto, por el tema ese de las gominolas. En una discoteca de Lugano nos tuvimos que camelar al público tocando primero versiones de Rage Against The Machine y Madonna, en Tokyo teloneamos a una idol band y versionamos con ellos la canción de Dragon Ball, en nuestro primer concierto en un sitio “serio” (el Mercat de les Flors) Pau quemó su ampli y todo el teatro olía a assufre, en el festival Hoteler de Vic a los 15 segundos de concierto ya le habían reventado el labio a Pau y terminó tocando manteado… ¡Estoy sonando un poco pureta ya!

Para acabar, por Europa y Estados Unidos cada vez os hacéis un nombre más afianzado en el circuito de salas de fuera. ¿Donde veis que vuestros directos triunfan más en cuanto a cantidad de público, energía o felicitaciones post-concierto? ¿Donde habéis tenido las anécdotas más locas? Me imagino lo surrealista que debe ser ver a rusos (por decir) cantando alguna frase “subnormal” tipo “Súbeme el monitor” o “Marronero style”.

Precisamente en San Petersburgo fue uno de los conciertos más locos, y la gente parecía saberse los temas de antemano… Pero en general esto no pasa: cuando salimos fuera, tocamos en salas pequeñas ante una mayoría de público que no nos conoce. Y si nos conoce, ¡¡No se ha fijado en las letras!!

Donde más público hay en el extranjero es donde más hemos tocado, o sea en Alemania, Suiza y Portugal. La última gira que hemos hecho por Reino Unido ha sido también un flipe de gente, en Sheffield parecían todos sacados de una rave noventera… Siempre hablamos de la idea de plantar la semillita: si no tienes una gran cobertura mediática, ni una agencia de booking ni de promo, pues vas a un sitio a tocar y vienen cuatro. Cuando vuelvas por segunda vez, habrá ocho. Cuando vuelvas por tercera vez, habrá veinte. Y si los sitios donde tocas son autogestionados y los que lo llevan hacen tejido cultural más allá de pertenecer a un mero circuito de salas, pues ¡Ya tenemos un nodo más del Mundo Estrella! Y así sucesivamente, lo hemos hablado con los Betunizer mil veces esto: ninguno de estos grupos vamos a hacernos realmente famosos ni ganar nunca mucho dinero con esto, más bien somos una parte móvil de este tejido, un tejido donde es cómodo y reconfortante moverte si tienes claras tus expectativas.

Bueno, muchas gracias Spazzfrica Ehd. Nos vemos el jueves 21 de abril en El Sol. Tocad todos los hits…

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