De nuevo nos encontramos en otra velada de las grandes, los británicos Placebo volvían por nuestro país para presentar su último trabajo, ya que el año anterior solo pasaron por Murcia en el MTV Day, si se puede decir así, ya que todos sabemos lo que sucedió. Los lugares seleccionados no eran los típicos, ya que esta vez se han decantado por varias ciudades españolas, entre ellas Valladolid que es la que nos ocupa, esquivando Madrid y Barcelona, y quizás evitando grandes masas.
Tengo que decir que no me dio tiempo a ver a los más que interesantes The Last 3 Lines, pero que si hemos podido disfrutar de ellos en otras ocasiones, por lo que desde aquí encarecidamente recomendamos.
Entrando en el recinto donde se celebraba el concierto me dio muy mala espina, era una nave de chapa para ferias y muestras, en la que el griterío de los allí presentes rebotaba por todos lados, mis temores posteriormente fueron confirmados nada mas sonar las primeras notas de “Nancy Boy” con la que abrieron, y las cuales apenas percibimos por el griterío inicial del personal. En estos casos cuando las salas tienen este tipo de acústica, la solución que toman los técnicos en muchos casos, creo que es la de máximo volumen, resultando muchas veces molesto y peor, ya que me posicione lo mas adelante posible para evitar los ecos y recibir mas directo el sonido, aunque poco a poco la cosa fue a mejor y a los cuarenta minutos el sonido había mejorado sin ser bueno del todo. Tras el primer clásico sonaron dos de las nuevas “Ashtray Herat” me gusto mas en directo y el single “Battle for the Sun” sorprendentemente muy vitoreadas por el publico, a pesar de ser este su ultimo disco el peor de la banda de forma unánime y masiva.
Molko nos saludo en castellano “Hola chicos, hola chicas, amigos, amigas, pendejos, pendejas, mi nombre es Brian y el nombre de mi grupo de rrrrrrrrrrrock es ¡Placebo! De puta madreee!!!” para no dirigirse mas al publico en todo el concierto a excepción del algunos gracias, ya que estuvieron poco comunicativos. El escenario muy luminoso, tenía una pantalla en el fondo que ocupaba todo el ancho del escenario y en el que se proyectaron imágenes constantemente o figuras. Todos salieron vestidos de impoluto blanco, también los tres músicos que acompañaban a la banda, convertida en sexteto para el directo, una teclista-violinista, un guitarra y un teclista-guitarra, los cuales acapararon también gran protagonismo musical, colocados a los lados del nuevo y entregado batería Steve Forrest, que me gusto mucho.
Es de agradecer que tampoco se centraran mucho en su último disco, además de las ya mencionadas tocaron la lineal “Breathe Underwater”, la grandísima “Bright Lights” y “The Never-Ending Why”. Faltaron grandes clásicos, aunque poco mas se puede meter en los noventa minutos justos que tocaron, con una versión rápida y punky de “Meds” eso si de inicio mas que lento y que no me convenció. También destacar esa curiosa versión del tema “All Apologies” de Nirvana, pero nada del otro mundo, a los de Londres les hubiera ido mejor una versión de un tema mas rápido, que además hubiese levantado al publico tanto como su clásico “Every you Every me”. Gran final con «Infra-Red» y «Taste in Men», fue lo mejor de la noche.
En definitiva los británicos no supieron demostrar su fama de buenos e impecables directos, aunque cumplieron, se les vio cansados de una larga gira, algo aburrido de tocar algunos temas y disfrutando en algún momento puntual, pero siempre profesionales y cumplidores. Esperemos que después de un merecido descanso, la próxima vez que los veamos sean los Pacebo de otras grandes noches.