Los que escribimos en www.feiticeira.org, por si a alguien le queda alguna duda, somos totalmente amateur. Como ejemplo este concierto. Uno tenia intención de verse enterito el festival, aprovechando que tocaban nuestros Peluze (protagonistas del primer concierto que estamos organizando desde la web) y al final acabamos llegando tarde y cansados por motivos laborales.
Una buena sorpresa la sala El Grito en Fuenlabrada. A saber, dimensiones perfectas, con doble escenario y encima el concierto a 5 euros (tubo de cerveza incluido) y regalo de chapitas a los 200 primeros. Con garitos así se nos quitan los complejos a los habitantes de la periferia de Madrid. Ya quisieran en la capital… Como curiosidad comentar que Edu, bajista de Stravaganzza y Skizoo, era uno de los encargados de servir copas y más llamativo también es como se vuelca el Ayuntamiento de Fuenlabrada en este aspecto. No hacia falta más que echar un ojo a la cartelería y flyers para comprobar que dinero no es precisamente lo que faltaba. Encima eso de que te pongan un sellito y te dejen salir a tomar el fresco, a parte de poder presenciar en vivo la pintada de murales y la variedad y lo completo del «merch». Una maravilla como se lo montan los fuenlabreños.
Llegue justo cuando acababan de tocar Las Furias, sin para apreciar la actuación, pero si para sorprenderme de que la espera entre grupos la amenizase un DJ. No Aloha se mostraron como una banda muy competente de rollo Riot Girl. Recordaban ligeramente a Dover, pero con una cantante bajista infinitamente más atractiva. En el descanso fue tiempo de presenciar un desfile de modelos de la casa Con2tijeras. Por cierto, impresionante la cervatilla.
Y llego el turno para nuestra razón de desplazarnos a Fuenlabrada, Peluze. Hubo las dificultades típicas de tener que compartir backline, problemas con los platos de César incluidos, pero el concierto (corto, cortísimo, de seis temas) sonó muy bien, en especial la terna final de temas: «Neon», «Names» y «I think it’s time to burn your bodies». En contra, se notó que el Grito es una sala con habituales consolidados y que la gente, aunque heterogénea en cuanto a composición, es fundamentalmente metalera. Pero a lo que se iba era a comprobar el directo de nuestros cabezas de cartel, y puede decirse que pasaron el examen con nota. Consiguen trasponer lo complejo de su propuesta al directo, pero les falta un punto en el aspecto visual. Es sobre todo César, quién capta más la atención a la batería. La voz de Mae suena muy bien, pero en El Grito, por el problema de no poder realizar pruebas de sonido, a veces sonaba por encima de las guitarras o eran las guitarras las que superaban a la voz. Miguel al bajo, muy sobrio, pero suficiente trabajo rítmico tiene que hacer. Mae además, por momentos, se convierte en el frontman que la banda necesita.
Una pena no haberse podido quedar al resto de las bandas, pero había que reservarse para otros menesteres. Demasiado corto el concierto, pero afortunadamente podremos escucharlos más tiempo en La Boite, el 29 de Mayo, con todo preparado y con su público específico, esperemos que abundante, porque tanto ellos como The Last 3 Lines se lo merecen.