/Crónicas///

Pains of Being Pure at Heart, The – Bilbao (06/01/2012)

Kip Berman, Kurt Feldman, Alex Naidus, Peggy Wang, (Christoph Hocheim)
7.8
Guggenheim / Santana 27, 3/4 de sala
Precio: 12 €

SETLIST (FEVER)

Belong

This Love Is Fucking Right!

Heaven’s Gonna Happen Now

Heart In A Heartbreak

The Tenure Itch

Come Saturday

A Teenager In Love

Young Adult Friction

Higher Than The Stars

My Terrible Friend

The Pains of Being Pure at Heart

Contender

Everything With You

Curiosos cuanto menos los pasos de The Pains of Being Pure at Heart por Euskadi dentro de otra exhaustiva gira española de los neoyorkinos. Al día siguiente darían un concierto en una sidrería en Donostia, pero en esta ocasión les tocaba protagonizar una fiesta Art After Dark en el Museo Guggenheim antes de ofrecer un concierto más habitual en Fever a una hora impropia, las 2 de la madrugada.

Kinki comenzaba a poner ritmos entre el indie y la electrónica para ambientar e ir acompañando la entrada de los asistentes al museo. Es un evento esto del Art After Dark muy respetable como tal, pero en general nos dio la impresión que, entre el popular precio y el entorno, la música era algo muy secundario para gran parte del público, más movido en general por el cariz de modernidad del evento. Esto se palpó cuando tocaron The Pains of Being Pure at Heart; el atrio del museo se encontraba repleto y eso descontando la gente asomada a las balconadas (sin duda una forma muy interesante de ver el concierto) y los pocos diseminados por las diferentes salas, contemplando las esculturas de Serra, Brancusi o la exposición de arte abstracto que en este momento protagonizan el museo.

Centrándonos en lo musical, los neoyorkinos dieron un concierto con guitarras acústicas, ajustándose a las propiedades del museo y de lo que en definitiva pretendía ser una previa o «showcase», pero la duración fue más que digna, teniendo en cuenta lo breve de su repertorio en general y la intensidad fue bastante similar a la del eléctrico, si acaso en un clima más festivo y relajado. No demasiado habladores, pero se mostraron como siempre simpáticos y encantados de tocar por aquí, con Kip, el cantante siendo el más comunicativo, a veces ayudado por la pizpireta Peggy a los teclados.

Al margen de las acústicas como digo, el concierto fue habitual, comenzaron con «This Love Is fucking Right», siguieron con «Heart in Your Heartbreak», «Everything With You»… en fin, que con la cera que han dado en directo ya a su primer disco esperábamos que el showcase se centrara más en el segundo y para nada, supieron equilibrar muy bien la balanza. Desgranaron su puñado de temas de perfección pop con su poco de teenage-angst y su mucho de teenage-happiness y gustaron sin mayores problemas, saliéndose sólo de esa tónica «Contender», que interpretó sólo Kip con su acústica. Un buen calentamiento ante un público como digo a caballo entre los realmente interesados por la banda y los que estaban por figurar o estar de fiesta.

Después vendría un Alexander Kowalski que pondría a muchos a bailar, un contraste raro pero para ser exactos, eran más bien The Pains los intrusos, ya que generalmente las fiestas Art After Dark son protagonizadas por DJs. El alemán hizo reverberar las paredes del Guggenheim con sus ritmos de techno tirando a minimal, con muy escasa presencia de la melodía. Así hasta la 1 de la madrugada en que escrupulosamente fuimos desalojados. Tocaba darse prisa, The Pains of Being Pure at Heart ya estarían en Fever esperando o probando sonido para su segundo concierto de la noche. Por suerte tuvieron a bien esperar un tiempo razonable y pasadas las dos, comenzaron a sonar los primeros acordes de «Belong», primer tema de su segundo disco.

Este concierto ya más eléctrico no varió demasiado los parámetros respecto del anterior. La gracia del quinteto es su simpleza, sus canciones directas y su inocencia, ya sea a la hora de acercase al synth-pop ochentero, al shoegaze o al indie-rock guitarrero. En este sentido, puede que Belong haya sido un dignísimo sucesor de su debut, pero hay que reconocerlo, en directo singles como «The Body» o «Heart in YOur Heartbreak» cumplen pero no llegan a la altura ni de lejos del frenesí de «Young Adult Friction» o «Come Saturday». Y tal vez sea una cosa más de ritmo que cuaja más que las melodías de teclado, pero esas son las canciones que hacen a la gente moverse y disfrutar más.

Eso si, escuchandoles seguimos oyendo a Jesus & Mary Chain, a The Cure, a My Bloody Valentine, a Belle & Sebastian y a The Smiths. Son estigmas inevitables a un sonido que bebe de todo el indie y el noise-pop de una larga tradición, pero cada vez más, nos suenan a The Pains of Being Pure at Heart. Son señas que, junto a las sacrificadas giras que se pegan, nos indican que han llegado para quedarse. Kip repitió lo de tocarse «Contender» él sólo, esta vez con la eléctrica y cerraron con un hit, ya nada especial porque es uno de tantos, «Everything With You». Fue corto, pero se nos hizo aún más, pese a tenerles por partida doble.

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6 de enero de 2012