Es curioso que justo en una semana cómo la que nos ocupa no hablemos de mala suerte en torno a un día cómo es el Martes 13 de abril, sino a lo que les vino a la organización del Suite Festival de Madrid los días posteriores. El jueves 15, el día que nos ocupa en esta crónica, tuvieron que decir adiós a The Cinematics en formato banda (sólo vino su guitarrista y al parecer, fue un auténtico conciertazo), para terminar cancelando el festival al completo tanto el viernes como el sábado. El motivo, claro, está en Islandia.
Llegamos a tiempo para ver a la joven banda madrileña que debería haber abierto el festival, Winslow Leach. Su propuesta es difícil de definir, aunque los referentes lo podamos tener claros. Por un lado, las influencias de bandas como Kings Of Leon o Arctic Monkeys las vemos muy claras, pero por otro lado tienen un aroma único que los hace algo inclasificables.
Probablemente esto ocurre debido a que poseen un guitarrista que no encaja del todo con el resto del grupo, para bien y para mal. Sensacional conjunto de arpegios y sonidos épicos que evocaba más a unos Explosions In The Sky que a un grupo indie al uso. La ejecución de todo en conjunto no fue tan buena, pero las ideas tienen buena pinta.
Nueva Vulcano pintaban poco así en principio, pero a nosotros eran los que más nos llamaban la atención. Si en su anterior paso tomaron el Círculo de Bellas Artes con sus canciones durante casi dos horas, aquí el trío se limitó a repasar su cancionero en versión de 40 minutos. Incluyeron, una tras otra, los temas habituales de su reciente «Los Peces de Colores» (con especial mención a la perfecta unión de «Dulce y Ácida», «Te Debo Un Baile» y «El Ataque») cómo de «Los Días Señalados EP» (también seguidas «Mano Izquierda» y «Predominio Del Sol») y trabajos previos («Solamente Un Fuego» o «El Día de Mañana»). Hubo bajas notorias como «Esto No Es París», «Sagrada Familia» o «Quiromancia», pero supieron aprovechar su horario.
La actitud del grupo fue buena, a pesar de que parecieron tener problemas en las horas previas. El sonido tampoco fue excelente, pero delante nos quedó al menos impactante. Las luces que tuvimos que sufrir en nuestra cara: denunciables. Ellos siempre cumplen, porque «son muy buenos» (palabras exactas de su técnico de sonido) pero los queremos de nuevo solos y dándolo todo en formato largo.
Luego actuaron White Rose Movement, pero teníamos cita en la sala El Sol para ver a Lüger. Dicen que a pesar de que tuvieron que cortar de manera repentina y de los problemas de sonido, dieron un buen show.