Con su segundo disco bajo el brazo, Muy Fellini visitaban Bilbao para presentar esas nuevas canciones que mezclan vivencias y ficción de andar por casa, del tipo de cosas que a todos nos suceden. Quizá en vista del escaso éxito de público obtenido en su anterior visita, esta vez se conformaron con un concierto en la FNAC, que en cualquier caso aprovecharon casi como uno al uso, para tocar varios temas de «La Ciudad de las Palmeras».
En directo sonaron más contundentes y la elección de temas fue perfecta, dejando fuera las canciones más flojas del disco, tan sólo echamos en falta la vibrante «India». Sobre el escenario se mostraron bien las dos caras de este segundo disco, la del pop/indie-rock («Atardeceres», «Camino hacia el suicidio») y la del folk/blues-rock («Transformación», «Mexico»). El hecho de que se presentaran como dúo y en un recinto así, no fue óbice para que dieran buenas dosis de electricidad y aporreo de batería. En este aspecto el papel de Edu se revela visualmente interesante, alternando baquetas, maracas, escobillas, etc. en definitiva para dar a cada tema la ambientación e intensidad requeridas.
Juan por su parte cumplió con creces su rol tan protagonista a la voz y guitarra, sobre todo dado lo basado que está el proyecto en las letras. De hecho, lo único reprochable fue que alteraba estrofas cambiando melodías por fraseos que se hacían algo incómodos. Los problemas que tuvo al margen de esto, fueron solventados gracias a su sentido del humor y la complicidad de su compañero a las baquetas. En general las canciones crecieron en directo pero dejando proporcionalmente las mismas sensaciones que en disco. Así, «Las Almas Perdidas» se ratificó como el gran hit, sin duda una de las canciones del año.
En definitiva, un recital que si caso mostró una vez más a una banda especial, sólida y honesta con su sonido. Ahora esperaremos a que puedan tener una gira tan exhaustiva como la que el primer disco les brindó y puedan volver a pasarse en sala.
