Este sábado 15 de junio hemos tenido en Madrid la continuación y cierre de lo que había arrancado una semana antes en el Make Noise Malasaña. Después de la tanda de conciertos repartidos por tiendas y locales del mítico barrio madrileño, tocaba el fin de fiesta con las actuaciones de IEPI, No Joy, Is Tropical, y sobre todo la de los californianos HEALTH. Que haya muchas más propuestas así, el éxito de público está más que asegurado.
La cosa empezaba temprana en la sala But con los finalistas del proyecto Make Noise que Converse está llevando a cabo estas semanas, y del cual saldrá una ganador que podrá disfrutar de la grabación de un trabajo discográfico en en los estudios Rubber Tracks en Nueva York, o que al menos podrá luchar por el premio de consolación consistente en un concierto en la sala londinense, The 100 Club. Lo cierto es que su enredado rock instrumental no sonó nada mal, y pese a contar con la desventaja del poco ambiente que aún había a esas horas, la banda demostró tener buenas ideas que tendrán que seguir en el futuro los amantes de estos sonidos.
Tras ellos era el turno del dream pop de No Joy, y pese a que había ganas de escuchar su ruidosa propuesta llena de melodías ensoñadoras, los canadienses no cumplieron, y, en parte por el mal sonido, en parte por una banda con no demostró demasiadas aptitudes instrumentales, el caso es que su shoegaze mal ejecutado se convirtió en una decepción para un público que poco a poco iba aumentando su presencia en la sala.
Para cuando Is Tropical subieron al escenario de But el ambiente ya era el adecuado para un concierto de rock, y se notaba que había no pocos fans que iban exclusivamente a ver la actuación de los londinenses. Tampoco es que estos nos convenciesen 100% con su indie adornado de ramalazos electrónicos, pero al menos consiguieron sonar de forma adecuada logrando la comunión con parte del público, y lograron de esta forma la colaboración de una joven que no se cortó a la hora de subir a apoyar a la banda en los coros.
La velada se cerraría por todo lo alto con la experimentación ruidosa de los angelinos HEALTH, una formación que ya cuenta con unos cuantos fieles que acuden a sus conciertos por estas tierras. Han venido mucho por España en los últimos tiempos, y sin presentar nuevo material para mayor problema (parece que para el año que viene ya si), pero aún así no dejan de sorprendernos con esa oscura y peculiar manera de entender la música electrónica.
El cuarteto volvió a sostener el complicado peso de su sonido en el magistral equilibrio que aporta su batería Benjamin ante la avalancha de noise que llega de las manos del resto de la banda. «Death +», «We Are Water» y naturalmente «Die Slow» fueron las más celebradas entre ese amasijo de sonido y locura que crearon Jake Duzsik, Jupiter Keyes y John Famiglietti (con sus bailes ya marca de la casa). Todo habría salvado una noche de calidad irregular de no haber sido un concierto excesivamente corto por su parte, aunque en cuanto a entrega seguimos sin poder poner pegas a un grupo que tiene ante si una verdadera prueba de fuego con su nuevo material. A pesar de todo, aplaudimos el caótico bis de apenas unos minutos que se sacaron de la manga para sacudirnos una última vez.
Curiosamente al acabar de desmontar, fuera de la sala, vimos a Alice Glass de Crystal Castles pululando con los chicos de HEALTH. Al mundo del corazón le gustará saber que ella y Jupiter tienen un noviazgo. Dios los cría y la psicodelia ruidosa los junta.