A la segunda jornada del festival Mad Cool 2025 fuimos con el buen sabor de boca de una primera jornada bastante completa, pero también con las dudas por los problemas de cortes de sonido que hubo en las actuaciones de Iggy Pop y Gracie Abrams. Para bien y para mal, no se repitieron ninguna de las dos cosas.
UNA HORA ESCASA PARA UNA CABEZA DE CARTEL
El festival madrileño suele ser generoso con el tiempo de concierto que concede a las bandas, sobre todo a las que aparecen en lo alto del cartel. El caso de Alanis Morissette fue algo distinto, pues apenas contó con una hora (y algo) de concierto para repasar una trayectoria ya larga. La canadiense hizo gala de una voz estupenda, de un carisma fenomenal y de una banda de apoyo que funcionó a la perfección.
Nos quedamos con ganas de más, pero un repertorio con temas tan redondos como la inicial “Hand In My Pocket” y otras seis del “Jagged Little Pill” (“Ironic”, “Head Over Feet”, “You Oughta Know”, “All I Really Want”…) hicieron un concierto muy disfrutable. Perfecto diría yo, para las 20 h de una jornada de festival, de no ser porque el resto del cartel no mantenía un nivel similar (NIN aparte). Por el camino, aprovechó para dejar muchos amagos de canciones no tocadas al completo, intentando contentar a todos, y cerró de forma bonita con “Thank U”. Hubo una época en que Alanis era una auténtico ídolo tanto para radiofórmulas como para alternativos, y la verdad es que todavía merece su crédito.
Alejándonos luego de las bandas de un sólo éxito de ayer y hoy que son Jet y Benson Boone (y Noah Kahan antes de Alanis), nos quedamos con pocas opciones. Artemas era una que podría parecer interesante, muy en la línea de los primeros EPs de The Weeknd. El concierto fue muy monótono pero interesante, con un sonido etéreo aunque consistente gracias a una buena banda detrás. Al final, atacó “I Like The Way You Kiss Me”, que, a tenor de lo visto por la cantidad de móviles que sacó todo el mundo, debe ser otro one hit wonder de la generación TikTok. Es lo que hay.
En el mismo escenario Ouigo, posteriormente, pudimos disfrutar de más de la mitad del concierto de Kaiser Chiefs, que afortunadamente presentaban una especie de show de aniversario de “Employment”. Así que abrieron de lo más festivo con “Na Na Na Na Na” y “Everyday I Love You Less and Less”, y la cosa fue bastante divertida. La banda nunca tuvo la mejor trayectoria discográfica, pero con este debut y con un directo tan animado, son perfectos para estos eventos. Entre temas redondos como “Modern Way” o “Ruby”, nos metieron una versión de “Blitzkrieg Bop” de Ramones que todavía no entiendo a qué venía, pero por lo demás pasamos el rato bien.
CONCIERTOS INFALIBLES, INC.
Lo siguiente fue marchar con tiempo para tener un sitio decente desde el que ver al claro cabeza de cartel de la noche: Nine Inch Nails. Su presencia en un festival eminentemente mainstream como este podría parecer poco destacada en el cartel a priori, pero me resultó sumamente curioso la cantidad de gente con camisetas de la banda que se vio en el descampado de Villaverde donde se celebra el festival: camisetas de la gira a un precio exagerado, camisetas de H&M, camisetas de visitas anteriores e incluso alguna de los 90. Estaba claro que, aunque fuera un festival —y encima no fuera uno estilísticamente apropiado—, aquello era un concierto propio de Nine Inch Nails rodeado de verdaderos seguidores y de algún curioso. Pena que toda la escenografía que se vio en los conciertos no-festivaleros no se pudiera ver, incluido ese escenario B y esa parte del set con Boys Noize.
Explicar lo acontecido en el concierto es complicado, porque cada vez más me queda claro que los conciertos que prepara Trent Reznor y sus compinches trascienden repertorios y momentos: es una especie de sacudida completa que te absorbe durante un rato y te deja bastante sin palabras. No sabría decir si sonó especialmente bien, pero me arrolló desde el principio. Tampoco sé si quizás fue de más a menos por gusto personal en el repertorio (sus siete primeros temas fueron “The Beginning and the End”, “Wish”, “March of the Pigs”, “Piggy”, “The Frail”, “The Wretched” y “Heresy”, así sin anestesia), o si, por el contrario, me gustó más redescubrir temas como “Find My Way” o “Echoplex”. Pero sí que sé que la sensación final fue la de haber vuelto a vivir una experiencia musical espectacular.
Estamos seguros es que la intensidad de su concierto superó cualquier comparación con el resto. Una máquina ya súper engrasada en todos sus aspectos, con un uso estupendo y sencillo de las cámaras y de la oscuridad que envuelve su música. Igual sucedió hace siete años en el mismo festival. Apuesto a que seguirá sucediendo en la próxima visita.