Tras poco más de un mes de su última visita para pre-presentarnos «El Shock De Leia» gracias a la gente del Low Club, se nos volvía a presentar la oportunidad de poder disfrutar de un concierto como el de los granadinos Lagartija Nick. Y en el céntrico club madrileño lo que tuvimos bien se podría resumir en que tuvimos el mismo repertorio y menos ganas (por ambos bandos) que en la cita anterior y que las canciones nuevas con el disco oído un millar de veces se disfrutan mucho más.
Aunque yendo por partes, cabe destacar la loable labor de una discoteca como el Low a la hora de mejorar. Si desde aquí hemos ido asistiendo a sus conciertos de madrugada criticando las horas, las gentes y el sonido de la sala, el hecho de que se hayan decidido a programar los conciertos desde las 21:00 es una idea digna de aplaudir. De paso nos hemos quitado el problema de agobios y pesadez de embriagados durante los conciertos, pues probablemente el concierto de Lagartija Nick no hubiera sido lo mismo rodeado de el doble de gente, con dos horas extra de fiesta encima. Lo del paupérrimo sonido de la sala lo dejamos como asignatura pendiente, pues necesitan mejorar ampliamente este aspecto para que pueda ser esa especie de Meca del indie madrileña.
Como teloneros de los teloneros (el concierto de Lagartija Nick era el mas destacado de la noche, pero después pinchaban la alemana M.I.A. y Florent Y Yo de Los Planetas) estuvieron los madrileños Dhera Dun que sorprendieron bastante con su propuesta de claras influencias psicodélicas e hindúes. Entre el muy deslabazado sonido del que antes halábamos, titubeaba un sonido claramente deudor de Kula Shaker y de clásicos como Pink Floyd, The Stone Roses o, por supuesto, The Beatles. A seguirles la pista.
Posteriormente, desde los improvisados camerinos en el lateral de la sala, salían unos perdidos Lagartija Nick que tomaron el escenario silenciosos, vigorosos y bastante más fríos de lo común. «Estratosfera», «No Lo Puedes Ver», «Farenheit 451»… Ok, idéntico set-list. Claro que la perfecta amplificación de una sala como El Sol poco tiene que ver con los estruendos que tuvimos esa noche. A Antonio, se le intuía mas que otra cosa y la terrorífica manera de aporrear la batería de Erik solo hizo que la cosa quedara mucho mas empañada. No fue hasta los temas nuevos cuando la cosa gano en cuanto a interés: «2010», «20 Versiones», «El Signo De Los Tiempos» o «Anoche Soñé Demasiado» se ganan un hueco por méritos propios dentro del repertorio, dejando de lado que supongan cierto ablandamiento en el sonido de la banda.
Una vez llegados a ese punto el concierto sufrió cierta mejora de sonido y de ánimo en la banda (estuvieron altamente distantes durante todo el concierto), lo que unido a temas como «Énfasis», «La Curva De Las Cosas» o «Nuevo Harlem» que remontaron bastante la carencia de matices que duró mas de tres cuartos de concierto.
Una gozada poder verles siempre que nos brinden momentos ya clásicos de la música moderna, y que el Low poco a poco se vaya adaptando a las necesidades que requiere ser un recinto de referencia en Madrid. Eso sí, el concierto no tiene comparación posible con el de la sala El Sol y no puede pasar del aprobado raspado.