Segunda noche consecutiva en Moby Dick Club (justo como antesala de su aniversario en marzo) y de nuevo una muy buena entrada. La ocasión pintaba fenomenal para ver a Ainara LeGardon en su habitat natural, ya que su nuevo disco «Forgive Me If I Don’t Come Home To Sleep Tonight» fue grabado en la propia sala. La otra era Geoff Farina, el siempre querido líder de Karate, ahora con el disfraz folk de Glorytellers junto a su compañero de fatigas Gavin McCarthy (Al final no estuvo en la Moby Dick, desconociendo quién fue su reemplazo).
Sobre estos último podemos decir poco, ya que no pudimos completar el minutaje de concierto. Al parecer su inicio titubeante y algo lineal se tornó en puro énfasis con versión de Rolling Stones incluida. Esta claro que el cancionero de Glorytellers no está a la altura de un legado musical como el de todo unos Karate, pero es un tipo que derrocha carisma con sólo subirse al escenario. Vamos, uno de estos artistas que siempre que viene cumple las expectativas.
Ainara también es algo así. Siempre cumple, siempre demuestra su fuerza y su garra. Siempre nos asombra. La noche que nos ocupa, por ejemplo, gustó mucho mas que la anterior cita en idéntica sala, en la presentación de su nuevo disco. De este nos gustó mucho mas la tensión que se vivió en «Sickness», sobre todo gracias a Javier Díez-Ena que se apuntó a la banda aunque inicialmente Ainara sólo se iba a acompañar de Alfons Serrá a la batería.
Con lo que nos conquista un concierto tan intenso como los que Ainara LeGardon suele dar, es con esa capacidad de cambiar de intimismo y emotividad a unos estallidos de guitarras indomables, pero a la vez controlados y cautos. Muy poco repertorio de «Each Day A Lie» o «In The Mirror», aunque un par de temas de la época que permanecen inéditos. Por lo menos tuvimos uno de esos «Forget Just Anything» que siempre consiguen sobrecoger las entrañas.