Si la gira de reunión de Faith No More no pasaba por España (algo eternamente incomprensible cuando hablamos de una gira prolongada durante dos largos meses, incluyendo conciertos en países tan poco habituales como Letonia o Bulgaria) era evidente que la fecha en el Festival Sudoeste de Portugal iba a ser medio española. Ya pasó en Paredes De Coura con Mr. Bungle, y ahora de nuevo: fuimos todos portugueses por un día.
El festival en realidad contaba con pocos nombres a la altura, entre un gran número de bandas apenas podíamos destacar en mayúsculas los nombres de Devotchka, The National, Lily Allen, Amy Macdonald, Basement Jaxx y Low. Decía mucho que bandas catalanas invitadas como Macaco o Muchachito Bombo Infierno fueran de lo más impactante.
Con motivo de todo esto, era más interesante aprovechar el fin de semana de turismo portugués y dejar sólo marcada la cita del sábado. Así debió pasar para un gran número, aún sin poderlo comparar con otros días, la afluencia de entradas de un día fue muy grande. En total, 45.000 almas.
| EL ANTES |
En el escenario del bosque, en una carpita situada al lado de los futbolines pudimos ver la primera actuación. Eran unos tales Dr1ve acompañados por Lúcia Moniz haciendo gala de un pop rock bastante facilón. De simple, pero hasta cierto punto resulton, podríamos catalogarlos viendo apenas los últimos 20 minutos de concierto, en el que se marcharon con todo el mundo coreando su hit «A Wish (Keep Fighting)»
Siguiendo con las bandas portuguésas, tras una vuelta por la multitud de atracciones que había en el festival al margen de los conciertos (montaña rusa incluida), pudimos comprobar como se las gastaban X-Wife y su correctísimo postpunk bailongo en su tramo final de actuación. Una pena no haberlos elegido al completo, ya que por algo son una de las bandas portuguesas con mas proyección fuera.
Igualmente, una banda muy importante aquí en Portugal como Blind Zero no terminó de brillar. A nosotros nos fueron pareciendo una banda de rock guitarrero muy correcta, con un cantante bastante solvente, hasta que de repente se dedicaron a hacer versiones ramplonas y pasables. Que si, el «Where Is My Mind?» de Pixies quedó genial en principio, pero cuando luego sumas versiones calcadas a las originales como el «Enjoy The Silence» de Depeche Mode ya tu concierto deja de tener sentido. A pesar de ello, las buenas maneras iniciales gustaron, con su conocido «Trashing The Beauty» en medio.
Jet tuvieron su momento, pero nunca tuvieron la calidad que tuvieron sus compañeros de The Datsuns a la hora de hacer buen garaje ni la de otros coetáneos como Kings Of Leon a la hora de convencer a las masas evolucionando a terrenos mas pop. Definitivamente, se han quedado con el «Are You Gonna Be My Girl?» colgado al cuello y poco más. Concierto tirando a aburrido, con la espera generalizada para ver a Faith No More a flor de piel… Y muy poco más que añadir: entretenidos en los ratos más gamberros y aburridos como pocos en los lentos. Si Mike Patton se metió con Wolfmother, no queremos saber la opinión que debe guardar de unos Jet muy fuera de forma.
| REUNITED, EN PORTUGAL |
La expectación era máxima en cuanto comenzó el cambio de escenario. Toda esa gente que había venido a ver a Faith No More se avalanzaba ahora a las primeras filas. «Reunited» comienza sin Mike Patton, cuando sale ya para cantar eso de que nunca se debió ir del lado de sus compañeros el escenario ya es una olla a presión, con gente cantando abrazada (el bootleg del Download Festival tiene la culpa).
De lo poco que nos podemos quejar, se notó desde el principio. El habitual repaso inicial a «The Real Thing» se pasó de largo, con apenas un par de paradas en el resto del set. Se saltó de inicio a dos cortes claves de «Angel Dust»: «Land Of Sunshine» y «Caffeine».
Por lo demás, como en la primera manga de la gira, la actitud de la banda fue soberbia: el aire más truhan de Mike Patton con unas muy comunicativas versiones de «Easy» y «Stripsearch» (con varias anécdotas marca de la casa) venció a los aires plenamente noventeros de otras muy celebradas «Be Aggresive», «Midlife Crisis» y «Epic». Pero sobre todo fueron la versión en portugués de «Evidence» (dedicada a Cristiano Ronaldo), la estupenda versión de los Bee Gees que fue «I Started A Joke» y un final de set que se ha convertido en fijo para el resto de la gira por méritos propios (ambas con una charla amplia sobre cómo fue Lisboa el último concierto que dieron cuando eran «una banda de verdad»). Este final de set no es otro que el colosal ejercicio de provocación, buen hacer y ganas del propio Patton con «Just A Man», cantada desde el foso por el y los de primera fila. Colosal.
| GLORIOSOS FALLOS DE MEDIANOCHE |
Para los bises llegaron fórmulas habituales como la anteriormente citada «Stripsearch» entremezclada con el «Chariots Of Fire» de Vangelis. Igualmente para finalizar el segundo bis aparecía la habitual «We Care A Lot». Las novedades llegaban con los estrenos en la gira de dos temas: finalizando el primer bis una gran fuerza en «Ugly In The Morning» y comenzando el segundo bis con el «Midnight Cowboy» de John Barry, destrozado de principio a fin por un Patton fallón a la melódica.
Insistimos en lo dicho sobre su concierto de Austria, ya que está claro que la lección que dan encima de un escenario es de aúpa. Diez años después y aún suponiendo que esto es sólo una gira por el dinero, hemos de aplaudir la intensidad, potencia y comunión con el público. Una verdadera lección de tablas, ganas y de cómo Mike Patton puede volver a ser uno de los mejores frontman posibles cuando y como quiera.
Después, tras una actuación tan impactante y potente como la de Faith No More, llegaba el turno a Ettienne De Crecy y sus buenas ideas de electrónica suave y comedida. El espectáculo de su cubo mágico, muy al estilo de la pirámide de Daft Punk, nos gustó a pesar de que lo que nos habría encantado era poder ver a Low, pero la coincidencia con el cabeza de cartel con Faith No More lo impidió.
Un festival inolvidable, vaya.