Como si de una especie de homenaje a nuestro particular top 2006 de discos se tratara, la gente del Linea Festival de Toledo decidieron contar para su segunda edición con Standstill y Ghouls ‘N’ Ghosts, top 1 y 2 respectivamente de la mentada lista. Y aunque en lugar de seguir con el tercer puesto se quedaran con la banda local PostMeridians, la cosa bien merecía un viaje a tierras toledanas.
El evento se celebra en una gran carpa que a tenor del ambiente inicial se iba a quedar enorme. Al final, mientras PostMeridians comenzaban, los coches iban llegando al recinto (aunque menuda gracia la aparición estelar de la grúa…). Los toledanos y su propuesta de sonido 100% a lo Nueva Vulcano sufrieron cierto pasotismo inicial que no consiguieron aliviar con su actuación. Muchas ganas y buenas influencias puede hacer que cambie el asunto mucho, pero hoy por hoy la cosa queda en un intento de emular a los propios Nueva Vulcano. Esperemos la próxima…
Tampoco gozaron de demasiada multitud los teloneros de lujo que íbamos a tener para Standstill. Desde el principio hemos sido defensores a ultranza del power pop de tintes hardcore/emo (pero emo del de toda la vida, no del de los jovenzuelos de ahora) de los de St. Feliu y lo de la cita toledana no fue excepción. En este caso, presentaban la novedad del Madee Adam Vives al bajo, que a pesar de ser guitarra en la otra banda solventó con creces la tarea de ayudar a Víctor con el ritmo. En lo demás, Ramón comando un lateral del escenario a golpe de voz (algo cascada al principio, hay que reconocerlo) mientras en el otro el gran Santi Garcia sacaba el contrapunto mas agresivo. No vemos el momento de que den a luz otras píldoras como «Push Me Away», «Le Cirque» o «Back To 96′» para alargar un setlist que se reducía por obligación de repertorio a poco mas de media hora.
Avanzada la madrugada llegó el plato fuerte de la noche con una más que digna entrada en la gran carpa blanca que la gente de A.M.I.C. les había prestado a Standstill para demostrarnos lo de siempre: Que no fallan. Como si de una disposición táctica futbolístic se tratase, los barceloneses situaron en las bandas a Chus Portela y Victor Valiente a cargo de la maraña de sonidos de apoyo. Siguiendo con el símil futbolístico, Ricky Lavado guardaba las espaldas a un infalible Enric Montefusco que estuvo tan pletórico como las guitarras de Piti y el bajo de Ricky Falkner.
Está claro que esta vez salieron a tocar sin pisar demasiado el acelerador y simplemente dejándose llevar hasta la victoria final, pero es que la comunión-confianza entre Standstill y su público hace que un show aparentemente falto de alma se convierta en una verdadera fiesta en las primeras filas. «1,2,3 Sol» o «¿Por Qué Me Llamas A Estas Horas?» lo fueron y a excepción de la unión de algunos momentos excesivamente serenos («Noticias Del Frente» concretamente es un bajón monumental), un set list sólo con «Let Them Burn» de su época anglosajona y de los problemas iniciales de sonido Standstill volvieron a salir victoriosos entre forasteros y autóctonos.
No sabemos ya ni las que van sin salir con sonrisa de un concierto de Standstill, pero ya es hora de que por la zona centro tengamos un show «1, 2, 3» de una vez por todas. Esperemos no tener que esperar hasta el Linea 3, que apostamos se celebrará con idéntica selección de calidad que en las dos ediciones pasadas.