Tras una jornada mas bien en negro (por aquello del metal), el segundo día de Festimad 2007 tenia nombres y apellidos: Pearl Jam. Los de Seattle daban su única actuación este año en nuestro país, en este semifestival madrileño.
La verdad que nunca confiamos en exceso en este Festimad como un futuro éxito, ni siquiera como un resurgir respecto a lo del año pasado. A la larga les tenemos que reconocer, que van levantando cabeza.
Con la imposibilidad de llegar a ver a Susy & The Pornorockets estando a las 17:00 aún en el camino del metro al estadio, uno pensaba si el maldito cielo no iría a enfadarse como hacía apenas dos horas para inundarnos Butarque…
| CASI FESTIMAD NORMAL |
Ya dentro del estadio, la cosa parecía casi un Festimad de verdad: El mismo escenario de siempre, carpas de puestos, las adorables pantallitas junto al escenario, y claro, las bandas maqueteras a horas intempestivas. En este caso, les había tocado lidiar con un horario mucho mejor pero con el evidente problema de interés de un público que finalmente demostró que había elegido ver sólo a Pearl Jam en un 80% de los casos.
A Susy & The Pornorockets no dio tiempo a llegar, pero a The Out Of Cash si. De sus 20 minutos programados pudimos ver unos 10 o 15 y la verdad que no sonaron nada mal: hardcore melódico a contracorriente de las modas actuales y bastantes ganas. Tampoco nos dio tiempo a comprobar mucho mas, pero aprobaron.
Después, la última banda del concurso Festimad Sur Music y la penúltima nacional de la noche: Avenues & Silhouettes (ganadores del concurso y de la guitarra Gibson). Los recién fichados por Inferno Recordings supieron sacarle partido a su EP «Oh, How Welcoming Your Reflection» y al mucho publico que les sigue. A la banda pocas pegas (si acaso algo más a la dificultad de Kals a la hora de cantar igual en directo que en el EP): sólidos es poco. «Sisi vs. Isis», «Never Forget The Ps» y sobre todo «She Taught Me To Read Streetlights» hicieron que esta joven banda terminara haciendo las cosas mucho mejor que Unearth o The Used.
Idéntico resultado para sus compañeros de sello Tenpel. Poco tiempo, pero demostraron las tablas que llevan fraguando desde mucho tiempo atrás. Por fin, con «Arete, Despierta» terminaron demostrando en casa que son una propuesta muy a tener en cuenta. Sus mejores momentos fueron Kantz cantando sin micro, Koke en «Historia de Cuatro Paredes» a la guitarra española, «Kamalah» y sobre todo una pegadiza «Redimelancolía» que se nos pego tras el concierto a unos cuantos. En el directo ganan la fuerza que les falta en estudio: Que tomen nota.
| BIENVENIDO MR. MARSHALL |
Tras esto, tres bandas internacionales por delante. La primera fue Unearth, que paseo su metalcore y sus greñas el día equivocado (el cambio de Unearth por Anathema hubiera sido perfecto). Un servidor no les sigue desde «The Oncoming Storm» y la verdad que la actuación de Festimad no hizo que un servidor retomara la discografía. Hacía el final mejoró, con circle pit incluido, pero a decir verdad fue bastante aburrido.
La siguiente en pasarse por el escenario de Festimad fue una banda mucho mas apetecible para las masas. Apetecible para quinceañeros, emos y hardcoretas modernetes y poco mas, por que dudaba que hubiera mucho interesado de los que iban mas motivados por Pearl Jam. Bert, el semi-Kurt Cobain cantante de la banda, arengó continuamente a la gente para intentar metérselos en el bolsillo (la frase «Pearl Jam coming up next» la soltó como 7 veces) consiguiendo sólo mas histeria de sus devotos y poca reacción en lo demás. Sólo mantuvieron buen nivel en momentos como «Liar Liar» o en «On My Own», claro que en esta última fue mas por el lío de niñato que montó insultando a los de seguridad. Al parecer sacaron de malas maneras a cuatro borrachos y Bert se dedicó a insultarlos y amenazarlos. Lo gracioso fue que los seguidores de Pearl Jam, ya en primera fila, salieron bien al paso cantando el nombre de los de Seattle… Increíble el cambio de banda entre The Used y Pearl Jam en apenas una hora de diferencia.
| LA HORA DE LA VERDAD |
Una pena que tras los dos grandes conciertos de Avenues & Silhouettes y Tenpel, Unearth nos dejara fríos y The Used pasaran a cansarnos… Aunque tampoco ayudo la hora que tuvimos que esperar a que Eddie Vedder y su tropa saliera. Y es que esta vez Pearl Jam sacó unas luces verdaderamente espectaculares y unos cuantos paneles decorativos con olas. Raro verle nada de montaje a Pearl Jam.
Como lo que interesa es lo musical, nos centramos en el show en si mismo. Desde la primera nota dimos cuenta del ínfimo volumen que no permitió que oyéramos la cascada voz de Eddie. Aún así, empezar con «Porch» estuvo casi a la altura que lo de «Betterman» de Septiembre. A pesar de ello, con el publico en el bolsillo y cantando todas tus canciones, la cosa se hace mas fácil. «Animal» después y «World Wide Suicide» en tercer lugar y una impresionante «Hail Hail» siguieron completamente del tirón para enganchar con «Corduroy». Entonces es cuando paras y asimilas que incluso con mal sonido y mala voz, Pearl Jam y Eddie Vedder en concreto, son muy grandes en directo.
En ese momento, el propio Eddie dedicó unas palabras (chuleta en mano) en castellano para agradecer el apoyo y para bromear con respecto a Portugal (el día anterior lo hizo a la inversa en Lisboa). Por si fuera poco, enlazó aún mas todo con su clásica frase «OneTwoThreeFour…» que antecede a «Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town», para luego dejar momentos de lucimiento a Mike McCready en «Severed Hand», al cielo madrileño en «Given To Fly» y al público en la unión de «Daughter», «W.M.A.» y «Another Brick In The Wall» que dieron lugar al clásico «Oe, Oe, Oe, Oe». En ese momento, el segundo speech de Eddie para decirnos lo guapos que eramos y que brindaba con el vino que le había regalado «su amigo madrileño» por «Javier, Madrid y la vida». Eddie siguió demostrando lo único de su directo lanzando vino a las primeras filas (la verdad que a Eddie le vimos un poco mas «suelto» por el zumo de uva) mientras Mike y Stone sacaban todo el jugo a sus guitarras.
Tras acabar el set en apenas 50 minutos, nos apenamos pensando en que el concierto de Festimad apenas pasaría de la hora y media. Pero mientras lo pensábamos volvieron para sacar el «Vitalogy» del armario, primero con «Last Exit» y luego con «Not For You» (con una interración entre Eddie y el publico que el propio Vedder ha debido aprender de Springsteen) finalizando como tanto nos gusta, con el «Modern Girl» de Sleater-Kinney. De los mejores momentos de la noche, con todo el mundo saltando y cantando. Lastima que «Comatose» nos bajara tanto los ánimos tanto que no tuviéramos lugar a dejar «Go» a la altura merecida, salvo en los momentos caóticos finales.
Se fueron para descansar durante bastante mas tiempo para volver de nuevo (si, en apenas 72 minutos iban por el segundo bis) con un amigo de excepción: Javier Bardem. Presentó «Black « y la verdad que terminó haciendo que la gente chillara cada estrofa como si fuera la última, para llegar al momento de los tarareos finales de una manera bastante impresionante… Estos momentos son en los que Pearl Jam demuestran lo de que con un sonido de mierda y con Eddie sin voz importan bien poco si eres capaz de poder emocionar a 18.000 personas. Y el resto de la actuación lo consiguieron, siendo algo verdaderamente contraproducente por acabar a buen nivel, ya que tras el magnífico «I Believe In Miracles» de Ramones y el clásico «Baba O’ Riley» de The Who, con Eddie regalando panderetas, nos quedaban ganas de sobra de mucho mas que el tema final. Y aunque nos dolió en alma y el 100% del público lo intentó sonó una fría y decepcionante «Yellow Ledbetter» que fue como siempre ese final.
Entre los vítores de los que intentaban que volvieran a salir y la decepción enormísima al respecto de la duración del concierto (1:40 minutos con parones), Pearl Jam nos demostraron que con esta gira se van a esforzar poco, pero van a salir igual de victoriosos. Como rezaba una camiseta de la gira: Venimos en son de paz.
| METRO DE MADRID, VUELA |
La marabunta humana se dirigió al Metro Sur y como era de esperar se formaron los mayores embotellamientos a la entrada de un tren que jamás haya visto… Verdaderamente intolerable.
En vez de la crítica fácil a Festimad, vamos a darle el beneficio de la duda para el año que viene. Este año, ha sido mucho mas Festimad que el año anterior y esperemos que el próximo (ya post elecciones locales) vuelva a ser lo que era Festimad… o al menos que en vez de bandas, encierto modo, «de relleno» internacionales tiren de cosas de aquí como pueden ser Standstill, The Unfinished Sympathy o unos clásicos como Hamlet, que los disfrutamos mucho mas.
