Pocos carteles se ven con semejante relación de calidad-precio últimamente: el pasado día 15 en razzmatazz por 25 euros podías ver en una misma noche a: Biffy Clyro; interesantísima banda del rock alternativo más ecléctico, permitiéndose licencias tanto del hardcore melódico más suave como de remalazos metálicos más distorsionados; y Bloc Party, una de las últimas sensaciones del indie rock más popular y accesible, cuyos discos que se mueven entre el rock de corte animado y bailable y temas más relajados.
Con una sala Razzmatazz hasta los topes (las entradas llevaban semanas agotadas) salieron a la palestra los escoceses Biffy Clyro, aunque fue una lástima que fuese en papel de teloneros y no de co-cabezas de cartel, ya que éste rol no les permitió llevar a cabo un concierto completo con todas las de la ley.
Tocaron sobretodo canciones del inminente nuevo disco, cómo los singles declarados que son Saturday Superhouse y Living Is A Problem Because Everything Dies, que tenían un directo asombroso, y también algunas recuperaciones de sus antiguos discos, entre las que cabió destacar su acertadísimo final con este gran tema que es Glitter and Trauma, que dejó a todo el mundo (conociese la banda o no) absolutamente encantados.
A pesar de que no eran extensamente conocidos por el público, se notó que éste grupo tiene una base muy firme de seguidores acérrimos, que terminaron contagiando el furor por la banda dejando una tremenda sensación de tener ganas de más cuando abandonaron el escenario, ojalá hagan una gira más adelante en la que podamos catar un concierto suyo en todo su esplendor.
Después de una considerable espera en que, es de suponer a petición de la banda, sonaron canciones tan poco acordes para éste tipo de eventos como el himno techno de Darude que es Sandstorm (que curiosamente casi todo el público terminó bailando), al final se decidieron a satisfacernos Bloc Party, con la que es precisamente la primera canción de su último disco,y una de sus mejores representantes, Song For Clay.
Con muy buena onda y una eterna sonrisa que quitaba las penas a qualquiera, Kele Okereke se encargó de hacer las veces de conexión entre el público y la banda, mientras que el resto del grupo se mostró algo más distante.
Después del tiro de salida, dieron rienda suelta a su repertorio con un inicio bastante movidito, sirva de ejemplo la primera canción o éste temazo que esconde también su último disco: Hunting For Witches, con una melodía constante de guitarra que invita a pegar botes sin parar.
Cabe destacar la enorme (en ocasiones exagerada) motivación del público, saltando a todo lo saltable y moviéndose a todo lo movible, hay conciertos de metal dónde a su lado los asistentes parecen ovejitas obedientes, en los momentos de máximo furor musical los empujones eran de diccionario.
La ejecución en todo momento fue perfecta, se nota que son buenos músicos, y el espectáculo de luces estaba muy conseguido, aunque para poner alguna pega quizás diría que en ocasiones a Kele se le oía poco la voz, aunque a parte de esto tanto el concierto cómo el setlist que permite tener dos discos, recogieron lo más destacable y trasladable en directo del grupo.
Después de algunos temas medianamente relajados cómo Uniform o So here we are, se terminó la primera parte pre-bises del concierto con la arrolladora Like Eating Glass, que abre su disco debut, dejando a todos los asistentes pidiendo más a gritos.
Gran acierto del grupo el dejarse artillería pesada para los bises, entre otras con la fenomenal She is Hearing Voices, y para terminar de un modo arrollador con un tema que el público fue pidiendo a gritos (literalmente) durante todo el concierto, y la que puede ser perfectamente su mejor canción: Helicopter.
El grupo se alejó del escenario despidiéndose y en principio aquí tenía que terminarse la actuación, pero la insistencia y lo entragada que había sido la gente aquella noche mereció que Bloc Party salieran una última vez para poner un broche relajado al concierto con Pioneers.
El concierto en lineas generales fue estupendo, por ambas bandas, aunque debido al escaso tiempo disponible de los primeros, y a elementos del destino de otros, siempre acabas echando de menos determinadas canciones en los conciertos, especialmente en el caso de Bloc Party Luno y Price of Gas; aunque haciendo honor a la verdad, hay que reconocer que en directo hacen justicia al furor que levantan por doquier, y ojalá que sus siguientes discos permitan hacer conciertos con setlists todavía mejores.
+ GALERÍA DE FOTOS: Abrir en nueva ventana.