Aunque en la entrevista que realizamos con el nos había prometido que su paso por España íba a ser con formato completo de banda, resultó que por causas mayores nos tuvimos que conformar con ver a Jon Allen en formato acústico. Esto por un lado nos sirvió para comprobar que las tablas de este chico son sensacionales y para ver cómo sus dos caras se acrecientan en las distancias cortas e íntimas.
Y es que el concierto estuvo muy bien, pero sobre todo en las partes que uno se acuerda del folk y del rock de artistas como Bob Dylan o Neil Young, ya que hubo unos cuantos momentos con una carga de pop que a uno le recuerda más al mejor James Blunt o a la faceta mas irregular de James Morrison. Sin duda, nos quedamos con las canciones del primer grupo, que con banda deben sonar genial: «Dead Man’s Suit» suena gloriosamente a Dylan, «Down By The River» a una buena versión del Fogerty más dinámico entre una oscura «Going Home».
Su voz acompaña sensacionalmente en concierto, a pesar de que su manera de cantar tiene una variedad de registros notoria para un artista de su estilo. Cuando se trata de enamorar con canciones lentas saca su faceta más técnica, pero cuando se trata de hacer de ejercer de un poco de voz rota, la voz le sale.
Por lo demás le auguramos un futuro sensacional, por su cercanía y honestidad, y por ser un ejecutor bastante bueno en vivo. Lo esperamos con banda, que si algo echamos en falta fue esa variedad que le debe dar el resto de colegas.