Tras el concierto que Ainara Legardon dio en Bilbao hace unos meses se fraguó una amistad con Eneko Moby Dick, cantautor local que por entonces comenzaba tocando algunas canciones propias y muchas ajenas, siempre desde una perspectiva folk-grunge. La conexión no era complicada, ya que patrones muy similares son los que mueven a la cantautora radicada en Madrid. Esta complicidad fue catalizadora del concierto doble que repitieron, esta vez en una Bilborrock que se quedó grande, lo cual es normal para un concierto de este tipo.
Moby Dick salió a escena y comenzó con esas maneras que ya le conocemos. En las canciones que tocó, tal vez llegamos a atisbar un tono más épico que en otras ocasiones, dentro de esa línea en la que, por hacernos una idea, se movería Eddie Vedder si le hubiera dado por el folk en la etapa del Vs. Sabíamos que alguna colaboración iba a haber, así que no fue sorpresa cuando salieron Ainara Legardon y Hannot Mintegia (de Audience y parte de la actual banda de Ainara) a hacerle coros para una versión («I see a Darkness») de Bonnie Prince Billy. Ilustró lo bien que se lo pasan tocando juntos y que, pese a dedicarse a géneros más bien apesadumbrados, el buen humor está siempre presente.
Claro que no es algo que dudemos de Moby Dick, acostumbrado a quitar hierro a la solemnidad de su música con comentarios bromistas entre canciones o directamente hablando con gente del público. «Flesh N Bones», «Find the blue key, meet the wizard» y un puñado de canciones más recientes fueron cayendo en un concierto que evolucionó claramente de los temas más calmados de un principio a un clima más enfurecido e intenso y nos acordamos de nuevo de Vedder por los ojos perdidos que, a su semejanza, veíamos en el cantautor cuando entonaba las partes más catárquicas.
Lo hemos dicho varias veces y no tenemos ya más elogios que soltar sobre la formación rockera actual de Ainara LeGardon y lo mucho que nos entusiasma esa sección rítmica, ahora apuntalada por el atronador bajo de Ruben Martínez (Standstill, It’s Not Not…) como añadido a la batería del digno de ver Héctor Bardisa y el acompañamiento de guitarra y coros de Hannot Mintegia. Piezas que se ensamblan o desensamblan según la canción lo requiera. Por ello, el concierto pasa por fases.
Primero una triada de algunas de las canciones más eléctricas de su último disco; «Hugs that Wont last», «We Once Wished» y «You gave Me», para engrasar la banda desde el principio, después «The Third» ella en solitario para abrir una fase acústica y desembocar en la emotiva «I Won’t Forget». Especialmente estimulante es ver al batería en estas canciones más íntimas tocando platos y bobos con las manos para dar un ambiente sutil.
La verdad, era fácil dejarse seducir por las canciones más oscuras de Ainara y su voz cuando se dedicaba a cantar bonito y a hacer melodías atmosféricas. Pero ahora que le da al rock con componente noise, los puntos álgidos de su directo son muy diferentes y generalmente los protagoniza con la banda al completo. Uno de ellos fue «Evil Eyes», con esos inesperados arranques punk-rock que sonó peligrosamente mucho más dañina que en disco. Y es que a pleno rendimiento, son una máquina imparable de hacer ruido.
Aunque el mejor momento del concierto lo puso «Last Of Your Hopes», adaptando ese sonido desértico a su electricidad actual, con la banda derribando la sala abajo como si de drone tipo Earth se tratara. Punto álgido sin duda y de los pocos vistazos a su pasado. Y por supuesto, aunque más esperados, como clásicos recientes que son, el disparo noise-rock a quemarropa de «Thirsty» y la intensidad de «Before Waking Up», donde Ainara se compenetra con Hannot en esos gritos de canción de folk de terror.
Saldría a hacer bises primero sin banda, repitiendo la colaboración con Moby Dick, de la mano del juego de guitarras entrelazadas de «The Morning of the Earthquake», para luego despedirse todos juntos de nuevo. En definitiva, otro concierto de nota de Ainara y ya van muchos y en diferentes tesituras, lo que nos lleva a catalogarla como una de esos artistas con directos infalibles.