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Frank Black – NonStopErotik

Frank Black - NonStopErotik portada
Cooking Vinyl, 2010
Productor: Black Francis, Eric Drew Feldman

Géneros: , , , , , ,

7.3

Hace unos años Frank Black, iluminado tal vez por la multitudinaria acogida de la reunión de Pixies, frustrado tal vez por el hecho de que la banda jamas grabaría nada más, decidió desempolvar el seudónimo por el que se hizo conocer durante aquel periodo. «Bluefinger» demostró que el cantante estaba en la mejor de las formas para rockear y, aunque sin llegar a los picos creativos de su banda, desde luego mereció la pena tener a Black Francis de nuevo.

La trayectoria de Black hace que su música sea amalgámica por naturaleza pero el rock de garaje, con guitarra y piano es el combustible principal de esta colección de canciones. Así, combina destreza clásica con sensibilidad pixie en «Lake of Sin», donde hace una demostración de guitarra o en «Wild Son» con su psicodelia ambientada por el piano.

Ya desde el principio los ecos de la Velvet Underground, una constante en su carrera, se dejan sentir con fuerza en el precioso y veraniego pop «Oh My Tidy Sum» y después camina hacia algo más cercano a Neil Young con la grandilocuente «When I Go Down On You». Dos grandísimos temas que unir a su relectura del «Wheels» de los Flyin’ Burrito Brothers en un tema de garaje.

Aunque alejado de la agitación vista en «Bluefinger» (si no contamos la incendiaria versión del «Rocket USA» de Suicide que aparece como bonus track), el disco se encuentra lleno de rock con denominación de calidad. A veces épico del tamaño de «Dead Man’s Curve», directo al estribillo y con un Black dejándose la garganta en modo retro. Continua la senda garajera con «Corrina» y la implacable «Six Legged Man», uno de los temas que más nos recuerda a lo que, secretamente todos buscamos en la discografía de Black, destellos de los duendes. Y es que la fusión de clasicismo con detalles experimentales es el alma del disco, gran ejemplo tenemos de nuevo en «Cinema Star».

Es cierto que no nos encontramos ante un disco de sólida entidad. De hecho la mitad de las canciones tienen un carácter efímero, que en ocasiones las hace parecer incluso pruebas en el local de ensayo, semillas con gran potencial que no ha querido ser totalmente aprovechado de forma deliberada. Tal vez ese ha sido siempre la naturaleza del indie-rock. En definitiva, la música moderna gira con sus modas y vaivenes y mientras tanto figuras como la de Black Francis continúan forjando una leyenda. Con tranquilidad, sin aspavientos, con la serenidad de quien ya lo tiene todo hecho y no puede hacer sino sumar.

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1 de enero de 2010