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Blacanova – Blacanova

Blacanova - Blacanova portada
Foehn, 2010
Productor: Raúl Pérez
Banda: I. Olalla, A. Jiménez, J.A. Pérez, M. Begines, P. Arenas, P. Fernández

Géneros: , , ,

8.4

Parece que poco a poco se va instaurando lo que podríamos llamar una escena indie con propiedad en Sevilla y alrededores. Ya que si bien siempre ha existido, es ahora cuando grupos como la dupla Pony Bravo/Fiera, The Baltic Sea, Montevideo, Mañana, Maga o Tannhäuser, operando en torno a estudios, locales y productores como el sempiterno Paco Loco en El Puerto de Santa María, el emergente Raúl Pérez (productor de este álbum) en La Mina, o El Rancho de los Ponies más Bravos, comienzan a asentarse y a atraer poderosamente la atención desde el resto de la nación.

Otro de los ejemplos más representativos son Blacanova. Llevan desde 2004, alejándose siempre de un falso indie, aquel que busca algún hit inmediato mediante el abuso del revival que estén de moda en su momento, y optando en su lugar por acercarse a la obra de grupos considerados ‘difíciles’ como My Bloody Valentine, Cocteau Twins y, sobre todo, Slowdive. Así lo atestiguaban ya sus primeros tres Eps, sucintamente llamados Monja, Perro y Madre.

No es difícil averiguar, por tanto, que lo suyo es el shoegaze y el dream pop más oscuro y etéreo, tirando continuamente hacia la tristeza y el tremendismo. Esto último queda reflejado en las letras del conjunto que, más que divagaciones estéticas abstractas o carentes de sentido, muy propias de la música que hacen, optan por hablar de lo oculto, del tabú, de la crónica negra tan fecunda en nuestro país. Eso sí, siempre cuidando al máximo la poética del cómo lo dicen.

Dando ritmo a historias que narran violaciones, suicidios, abandonos, encierros, vacío existencial y otras lindezas, se encuentra todo un entramado de reverb y ecos, que hará las delicias de los que amen la sensibilidad y los sentimientos a flor de piel en la música sobre todo lo demás. Quizá no sea el disco más adecuado para animar una fiesta, pero con el estado de ánimo adecuado, no hay duda de que se convertirá en un recurrente en tu equipo de música o reproductor de MP3.

No sé si merece la pena resaltar canciones en concreto, ya que estas diez obras funcionan especialmente en conjunto, como si fueran los capítulos de una novela de terror psicológico. Aún así, ‘Desgracia’ y quizá ‘Fátima’ son las únicas que podrían extraerse como sencillos potenciales; todo el resto de maravillas sanguinolentas como ‘Los buenos dias’, ‘Bonito agujero’ o ‘La piel dura’ sobrecogen por lo bellas y crueles que llegan a ser al sucederse una tras otra. Menos mal que la cosa culmina con ‘Tiempo muerto’, que dentro de lo que cabe es capaz de hacer que termines de oír el disco con una, pequeña eso sí, sonrisa en tu rostro. Lo dicho, tremendo debut.

 

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1 de enero de 2010