/Crónicas///

willis drummond – Eibar (16/04/2011)

Xan, Rafa, Felix, Jurgi
8.0
Kiosko de Txaltxa Zelai, 50
Precio: Gratis

Tocaba desplazarse a Eibar para ver curiosamente por primera a vez a Willis Drummond. No es que la banda vasco-francesa no haya tocado y bien de veces por Bilbao y alrededores, pero casi siempre las coincidencias me han impedido verles y ya iba siendo hora para una banda que cumple tan bien en disco y por todo lo que tenía oido, también en directo. El concierto iba a ser finalmente en un parque de la localidad armera, dado que el gaztetxe en el que estaba programado el concierto, había sido derribado. Un poco extraño, pero todo un lujo poder disfrutar de un concierto al aire libre sin necesidad de ser fiestas patronales, aunque ni con ello la multitud congregada pasara mucho de lo habitual en este tipo de citas tan subterráneas.

Para los de Iparralde abrían Borrokan, fronteriza formación de Bera de Bidasoa de escucha más difícil y curiosa en su especie. Curiosa por los años que llevan en esto y lo poco que se predican en directo y curiosa también porque pocas bandas hay tan experimentales en nuestro panorama, menos aún si nos vamos a los 90, década en la que surge la banda. Tortoise, Shellac, Lisabö y el post-hardcore en general son influencias que se dejan ver en su noise-rock con mucho juego de ritmos e intensidades. La utilización de trompeta como instrumento adicional a los básicos del rock incide en esta idea de estructuras y sonidos atípicas.

Willis Drummond llegarían después, un sitio que no les corresponde por veteranía pero si por expectación. Y es que este cuarteto, proviniendo de tierras galas y cantando en euskera se ha hecho un hueco milagrosamente llamando la atención sobre todo con su segundo disco entre los aficionados al rock alternativo en todo el estado.

La banda venía presentando su tercer disco, «Instanteak» en el que miran más a los tempos lentos y abandonan en cierta forma las explosiones punk-rockeras anteriores. Lo bueno es que sus discos son cortos, de modo que en directo les dio prácticamente tiempo a repasar el repertorio de ambos álbumes. Así, temas de mayor tensión rockera como «Araua(gurea)», «Noiz da gero?» o en especial la propia «Instanteak» tomaban cuerpo escénico ganando sobre lo grabado, mientras «Ez da Dudarik» u «Hobenduna» se confirman como trallazos a la altura de «Ez da izango».

Los cuatro músicos de la banda sin excepción se mostraron como animales de directo y eso que cada uno tiene una personalidad diferente. El batería lógicamente concentrado en lo suyo, el bajista poniendo la conexión con el público casi más que el propio vocalista y el guitarrista más serio aunque entregado y solvente. En conjunto una banda entregada que hizo suyo el escenario y desde allí conquistó los alrededores a base de su fórmula noventera actualizada al euskera y a los tiempos que corren.

Y de lo que no cabe duda es de lo pronto que han calado entre sus seguidores temas de la fuerza de «Lerroak» o «Haustura (bizi berri bat)» que pusieron a las primeras filas a bailar frenéticamente. Tal vez por encima de todas, «Nun Gaude», bien reservada para los momentos finales no sin cerrar la actuación con una muy festiva y pearljamesca versión del «Rockin’ In the Free World» de Neil Young.

Dos bandas muy interesantes, con sonidos muy complementarios y en un marco, que contra todo pronóstico (por aquello de no ser nada habitual), sonó muy por encima de lo aceptable. Será un placer verlas de nuevo en cualquier futura ocasión y, en el caso de Borrokan, seguramente lo suyo gane intensidad entre cuatro paredes.

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16 de abril de 2011