/Crónicas///

Rock In Rio – Arganda del Rey (14/06/2010)

8.5
Ciudad del Rock, 50.000 personas aprox.
Precio: 60 €

SETLIST METALLICA
Creeping Death
For Whom The Bell Tolls
Through The Never

Disposable Heroes
Fade To Black
That Was Just Your Life
The End Of The Line
Sad But True

Welcome Home (Sanitarium)

Cyanide
One
Master Of Puppets
Fight Fire With Fire
Nothing Else Matters
Enter Sandman

BIS:
Am I Evil? (Diamond Head)
Phantom Lord
Seek & Destroy

Cuando tu propuesta funciona tan bien y está tan engrasada cuesta modificarla. Cuesta arriesgarse, o al menos arriesgarse más de la cuenta. Si además disfrutas tanto haciéndolo como Metallica  cuesta el doble.

Antes de que los de James Hetfield aleccionaran a todos con una clase fuera de toda duda, tuvimos una serie de conciertos que íban desde el metal clásico de Marillion o Barón Rojo hasta un sonido algo más cercano al punk rock cómo el de los añadidos a última hora Inlogic.

| QUIERO Y NO PUEDO, CON INLOGIC DE POR MEDIO |

Llegamos al ya comenzado concierto de Sôber (dicen que empezó algo antes de la hora prevista), dónde sonaban ya alguno de sus clásicos, en concreto «Arrepentido». Viendo el setlist nos habíamos perdido temas imprescindibles de su repertorio cómo «Lejos» o «Oxígeno», pero otros mas prescindibles como «Hombre de Hielo» nos dieron bastante igual. En pleno «Si», Carlos Escobedo se marcó una sesión de percusión con el sustituto del fallecido Alberto Madrid, que mostró muy buenas maneras. Se les veía con unas ganas cómo las que demostraban en sus mejores momentos, con paseos y muestras de disfrute, pero no fue hasta el final de fiesta con «Diez Años» y «Loco» con las que consiguieron poner a todo el mundo de su lado. Buena potencia de sonido, dejando el lado más romántico del grupo en casa, pero aún les falta un tiempo para engrasarse como en su día estaban.

En mitad del cambio entre Sôber y Motörhead la gente se topó con la sorpresa de tener encima del escenario Mundo a unos completos desconocidos, que ni siquiera encajaban en el terreno musical. Todo esto sería digno de aplauso, ya que los madrileños Inlogic han ganado un concurso que les permitía estar ahí, pero ni ellos ni todos los que sufrimos el retraso en ese escenario merecimos aquello. Por un lado la banda tuvo que sufrir algunos improperios del publico más fiel al poder del metal, por otro la gente se comió un retraso inmerecido para ver a Motörhead y para luego irse a casa, todo por una malísima planificación. Habrían tocado antes de Sôber, con su tiempo merecido y todos habríamos aplaudido la decisión. Aún así, en su corto concierto de apenas 15 o 20 minutos convencieron al sector menos extremo con ganas y un agradecimiento constante a un sueño cumplido. Esperemos que al menos consiguieran que alguno los fuera a ver la próxima ocasión en sala.

A Motörhead además le dio por retrasar el concierto, a pesar de que todo parecía estar montado. Cuando Lemmy sale, todo da igual, sobre todo cuando usas tu repertorio habitual con «Iron Fist» y «Stay Clean» atronando oídos. Pero oigan, es noticia, pero esta vez no atronaron nada. Al menos, no de inicio, porque para cuando aparecieron «Over The Top» o «Metropolis» la cosa cambió, pero de inicio vimos un sonido con una falta de pegada inusual. Igualmente el repertorio comenzó bien, se fue hundiendo en el aburrimiento para rematar finalmente con buenos temas cómo «Going To Brazil». Al menos hicieron un bis a la altura de lo esperado incluyendo «Ace Of Spades» y «Overkill», que en cierto modo decepcionó por ser la confirmación de que los rumores de que Lemmy interpretaría esta última durante el set de Metallica eran falsos. Nos desquitaremos en el próximo concierto madrileño, por fín en sala.

| GRANDES ÉXITOS EN VIVO |

Velada de clásicos con Motörhead anticipandolo, pero continuándolo desde que se fue la luz en el escenario Mundo para recibir a Metallica tirando del habitual «Ecstasy Of Gold» de Ennio Morricone como intro una vez homenajearon a sus queridos Saxon con «Heavy Metal Thunder» de fondo. De hecho, lo del título de la canción les viene que ni al pelo a los de San Francisco, que incluso con un inicio tan manido y habitual como «Creeping Death» unido a «From Whom The Bell Tolls» consiguen convencer como pocos. Ganas desorbitadas por parte de todos (especialmente James Hetfield) y un sonido increíblemente perfecto fueron la nota predominante de un concierto sobrio y soberbio. «Through The Never» o «Disposable Heroes» como clásicos menos clásicos funcionaron tan bien como los habituales giros de «Fade To Black» con James en lo alto del escenario y «Sad But True» compensando los pasos por el reciente «Death Magnetic» (hasta «That Was Just Your Life» o «The End Of The Line» consiguieron mantener el listón alto).

El final de set del concierto fue algo que difícilmente se puede seguir explicando. Cualquiera que los haya visto sabe que esperar de «Master Of Puppets», «Nothing Else Matters» o de la pirótecnia de «One», «Fight Fire With Fire» y «Enter Sandman». Todo muy orquestado, precisamente para poder aprovechar al completo todo el espectáculo que los acompaña, pero si en casos como los de AC/DC en el metal o los de U2 en otros estilos nos suponen que podamos llegar a aburrirnos, en ellos nos volvió a sobrepasar con una fuerza y ganas que cuesta digerir.

Al menos esa gran carencia de sorpresas de un setlist poblado de grandes éxitos quedó limpio en un trío de bises algo mas inusual, aparte del final «Seek And Destroy». Primero homenajeando a King Diamond y su «Am I Evil?» y luego con una rareza como «Phantom Lord» de «Kill Em All» que sonó tan vigorosa como cualquier otro hit habitual del grupo. Con lo cual, volvimos muy tarde a casa, dormimos muy poco, pero a la mañana siguiente inevitablemente tocaba presumir de sonrisa.

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14 de junio de 2010