/Crónicas///

SETLIST ARCHERS OF LOAF
Wrong
Plumbline
You and Me
Might
Lowest Part Is Free
Freezing Point
Smoking Pot in the Hot City
Greatest of All Time
Web in Front
Nostalgia
Fabricoh
Worst Defense
Audiowhore
Harnessed In Slums
Floating Friends

SETLIST AFGHAN WHIGS
Crime Scene, Part One
I’m Her Slave
Uptown Again
Fountain and Fairfax
Going to Town
When We Two Parted
Gentlemen
Crazy
My Enemy
See and Don’t See (Marie «Queenie» Lyons , versión)
Lovecrimes (Frank Ocean , versión)
66
Miles Iz Ded

SETLIST LEE RANALDO
Waiting on a Dream
Angles
Shouts
Off the Wall
Xtina as I Knew Her
Hammer Blows
Lost (Plane T Nice)
Thank You for Sending Me an Angel (Talking Heads , versión)
Fire Island (Phases)

SETLIST MAZZY STAR
Blue Flower
Disappear
Ghost Highway
Halah
Still Cold
She Hangs Brightly
Look on down From The Bridge
Fade Into You
Lay Myself Down
Flyin’ Low
So Tonight That I Might See

SETLIST DEATH CAB FOR CUTIE
I Will Possess Your Heart
Crooked Teeth
Doors Unlocked and Open
Long Division
Grapevine Fires
You Are a Tourist
The New Year
A Movie Script Ending
Cath…
Soul Meets Body
We Looked Like Giants
The Sound of Settling

SETLIST WILCO
Art Of Almost
I Might
At Least That’s What You Said
Spiders (Kidsmoke)
Impossible Germany
Born Alone
Laminated Cat
How To Fight Loneliness
Whole Love
Too Far Apart
I’m Always in Love
Jesus, Etc.
I’m the Man Who Loves You
Dawned On Me
A Shot in the Arm

SETLIST REFUSED
Worms of the Senses / Faculties of the Skull
The Refused Party Program
Liberation Frequency
Rather Be Dead
Coup d’état
Summerholidays vs. Punkroutine
The Deadly Rhythm
Hook, Line and Sinker
Refused Are Fucking Dead
Life Support Addiction
The Shape of Punk to Come
New Noise
Tannhäuser / Derivè

SETLIST SPIRITUALIZED
Hey Jane
Lord Let It Rain On Me
Walkin’ with Jesus (Spacemen 3 , versión)
Oh Baby
Born Never Asked
Electric Mainline
Soul On Fire
Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space
Mary
Come Together

SETLIST JAPANDROIDS
The Boys Are Leaving Town
Adrenaline Nightshift
Younger Us
Fire’s Highway
Rockers East Vancouver
The Nights of Wine and Roses
Wet Hair
Evil’s Sway
The House That Heaven Built
Young Hearts Spark Fire
For the Love of Ivy

ERIC FUENTES
La apertura del festival este año no procedía de dentro del Fòrum, sino de los aledaños del recinto y mientras la gente aún andaba con la cosa de cambiarse la pulsera, echarse la siesta o con la de llegar siquiera a Barcelona. Se trataba del autobús patrocinado por la bebida energética esa que da alas, que se había concentrado pegadito al Auditori para celebrar conciertos tan apetecibles como el de Black Lips o el de nuestro querido Eric Fuentes. En esta ocasión Eric se dedicó a repasar su más reciente cancionero (en solitario y de The Unfinished Sympathy) únicamente acompañado de piano y guitarra, con un resultado que contentó a los pocos fieles congregados y no mucho a los que andaban con prisa y de paso. Nos quedamos con su versión eléctrica, a pesar de que las canciones de Eric tienen cuerpo hasta en su faceta más desnuda. (Richi)

PEGASVS
Los primeros beats repetitivos de Sergio y Luciana nos pillaron entrando en el Fòrum, y ya llegando a la escalera bajo la placa fotovoltaica que daba acceso al Pitchfork descubrimos que estaban empezando con “Brillar”, canción con videoclip reciente. El sol era de justicia a las cinco de la tarde y el escenario, al contrario que su ‘gemelo’ al otro lado de la escalera, no propiciaba ninguna sombra, pero aún así había ya un buen número de gente viéndolos. Estáticos y concentrados enteramente en manejas las máquinas en su ya famosa posición frente a frente, Pegasvs interpretaron durante algo más de media hora la mayor parte de su debut; resaltando quizá demasiado el ritmo motorik frente a las melodías y la voz, e insuflando una mayor velocidad dado el ajustado tiempo que tenían. Terminaron inevitable e irónicamente, dada la hora y el calor, con “El final de la noche” y nos movimos al Vice. (Yuri)

BLACK LIPS
Y siguiendo en el bus de la cuesta de entrada, pero ante muchas más gente que la que presenció la actuación de Eric Fuentes, la banda de Atlanta, The Black Lips, dieron un auténtico show etílico comandados por Cole Alexander, guitarra y cantante del combo, que ya antes de comenzar daba muestras de que la noche anterior había sido larga. Tras pegarse un trompazo justo antes de subirse al bus, el espectáculo continuó cuando ni corto ni perezoso se saco sus partes pudientes y ante todo el asombro de todo el público se marcó una larga meada al son de “Sea Of Blasphemy”. El sonido ya era lo de menos, y de aquí al final hubo que tomarse los americanos como lo que son, una banda de puro cachondeo que, eso sí, tienen una colección de temazos festivos casi inigualable hoy en día dentro del garage-punk. Las cerca de 200 personas que soportamos el calor a esas horas de la tarde lo pasamos en grande tanto coreando “Bad Kids”, “Cold Hands” o “Hippie, Hippie, Hoorah”, como siguiendo las sucesivas payasadas de tan peculiares personajes. Y es que a quizás un poquito de desvergüenza y golferío no viene mal dentro de la a veces demasiado recatada escena musical indie. (Amalio)

UNICORNIBOT
Protagonizaron un concierto muy a lo Toundra la pasada edición. En un escenario pequeño como el Vice, pero con muchos incondicionales y algunos con ganas de probar suerte a esas horas. Los de Pontevedra dieron magníficas muestras de ese math-rock tan divertido que practican, con el buen humor que les caracteriza. Comenzaron con el ritual de empapelarse las cabezas en aluminio aunque poco les duró en su sitio con tanto movimiento. Un pequeño triunfo de primera hora de la tarde en el Vice a base de ruido, rock progresivo y un sonido arrollador. (Raúl)

PURITY RING
Dejando a los Unicornios en el Vice, nos pasamos un rato a ver a los muy nóveles Purity Ring. La joven pareja canadiense ni siquiera ha sacado aún su debut, Shrines, y por tanto se mostraron emocionados por tocar a tan temprana etapa de su carrera en un festival tan importante al otro lado del Atlántico. Su witch-house misterioso pero acogedor acabó funcionando a pesar de no tocar por la noche, gracias a su bonita puesta en escena  y, sobre todo, al cristalino sonido de su curioso sintetizador-lámpara y a la bella voz de Megan James. Y eso que sólo conocíamos “Obedear”, el single con el que finalizaron. A tenerlos en cuenta. (Yuri)

A STORM OF LIGHT
Dentro del combinado metálico que este año aparecía en el cartel el caso de A Storm Of Light era el menos apetecible, por un lado por ser una banda que se había prodigado bastante por España y otra por una mera cuestión de calidad. Sus previos pasos por otras ciudades no habían generado unas críticas demasiado apasionadas, pero hay que reconocer que el show que dieron en el escenario ATP si que fue mucho más interesante. Ahora han fichado una segunda guitarrista (una fémina con pintas algo punk pero portando una apropiada camiseta de Godflesh) que quizás de un respiro apropiado al resto de miembros, aunque también es cierto que era una hora demasiado temprana para disfrutar de sonoridades así de densas. (Richi)

ARCHERS OF LOAF
Era hora de la primera cita emotiva del festival. Archers of Loaf regresaban para repasar una breve carrera que, desde un plano más underground que la mayoría de sus contemporáneos, nos dejó unos cuantos hits de indie-rock del más guitarrero. Esta pequeña indefinición parecía ilustrada por el look de la banda, encabezada por las pintas de leñador de su lider y el contraste con las pintas de hard-rock angelina de su bajista. Arrancaron fuerte con “Wrong” y “Plumbline” enfrentándose a la dureza del sol del Ray Ban con esas irresistibles melodías y coros y es que evidentemente los momentos Icky Mettle iban a estar entre lo mejor. La escalofriante sucesión de “You and Me” y “Might” pudo ser perfectamente el cenit de esta situación.

Hubo hueco para momentos más duros como “Lowest Part Is Free”, la instrumental “Smoking Pot In the Hot City” o la desgarradora balada “Greatest of All Time”, redondeando una selección de la que cualquier fan puso salir contento. En esta sucesión de canciones marcadas por la garganta esforzada de Eric Bachman y su guitarra de 3 cuerdas complementando a un Eric Johnson por el que no parecía haber pasado tanto el tiempo, intercalaron el himno “Web In Front”, le dieron al punk con “Nostalgia” comenzando una fase final en la que no dejaron las mejores canciones pero sí las más atronadoras. Regreso triunfal que como muchos otros sufrió sólo de un horario poco adecuado, aunque necesario para un jueves tan cargado de sabor rockero y 90s. (Raúl)

THE AFGHAN WHIGS
Esperado era el regreso de la formación capitaneada por Greg Dulli. En una época en que lo de los regresos empieza a parecer algo cómico, uno no sabe lo que le espera de una formación tan de culto. Podemos afirmar que la banda o más bien los tres que resisten en esta vuelta, se han tomado la cosa en serio. Y eso es algo visible desde la propia forma física tanto de Greg Dulli como de John Curley, con notables kilos de menos. Junto con Rick McCollum, además de una banda de apoyo formada por otro guitarrista, un teclista/cellista y batería.

También era visible lo comedido de un Greg Dulli que parecía más concentrado en que todo saliera bien y en no eclipsar con su carisma a la banda, marcando las diferencias con sus proyectos personales y no demasiado comunicativo. El concierto trazó oleadas emocionales con un setlist perfecto, que arrancó con “Crime Scene, Part One”, siguió con las sacudidas de “I’m Her Slave” o temas como “Uptown Again”, de ese típico soul-rock que sorprendentemente no tuvo presencia alguna de coristas, siendo suplidas por coros de la propia banda u orquestaciones.

Escalofríos con “When We Two Parted” y espasmos a ritmo de “Gentlemen”, para después abandonar Dulli la guitarra y darse más a sus chulescas poses con el micro o al piano y esos momentos más tiernos y afines a la música negra (versiones, de hecho), para finalmente volver al golpe de riff bailable con “66”, la hipnótica base y el explosivo estribillo de “Miles Iz Ded” y terminar la catarsis con “Into The Floor”. Un recital sin parones, seguramente con el objetivo de tocar lo más posible, de maravilloso rock sensible y un Dulli con una gran voz, entendiendo esa rotura amarga, que se vació a golpe de sus múltiples “baby” ante un Forum encantado, más extasiado que bailando. El concierto que nos llevó del atardecer al anochecer y uno de los triunfos eternos del jueves. (Raúl)

LEE RANALDO
El bueno de Ranaldo jugaba en una hora complicada por el solape de su concierto con la reunión de The Afghan Whigs, pero aun así demostró que pese a ser una estrella del rock independiente, no se le caen los anillos por tocar a plena luz del sol y en un escenario considerado de segunda. El guitarra de los ¿difuntos? Sonic Youth, presentaba su disco en solitario “Between The Times & The Tides”, y así lo demostró tocando este de forma casi íntegra. Arrancó con dos de esas piezas en las que se acercan al sonido de los REM de Michael Stipe como son “Waiting On A Dream” y “Angles”, para pasar luego a “Shouts”, que sin Clean Snide  no sonó tan bien como en el disco. El single “Off The Wall” levantó el ánimo del concierto antes de que la cosa decayese algo debido a que lo más potente de su nuevo disco ya había sido interpretado. Aun así la fronteriza “Xtina As I Knew Her”, la pop “Lost (Plane T Nice)”,  o la versión de Talking Heads, “Thank You for Sending Me an Angel”, redondearon un buen concierto al que cuando se le sumen nuevas posibilidades al repertorio se convertirá en un show casi imprescindible. (Amalio)

MAZZY STAR
Justo cuando terminaron Dulli y los suyos, nos dirigimos apresurados al Ray-Ban para ver a otro grupo de los noventa que regresaba, aunque esta vez de cariz totalmente distinto. Acertadamente, el concierto de Mazzy Star tuvo lugar en los primero momentos de la noche del Jueves, triunfo frente a los temores de muchos seguidores e interesados que temían los programaran a media tarde. Así, con la Luna ya en el cielo, David Roback y Hope Sandoval salieron, acompañados de banda completa, ante una pantalla en la que irían proyectando imágenes y grabaciones de contemplativa belleza, para arrancar con “Blue Flower”, uno de sus temas más guitarreros, correspondiente a su debut enmarcado aún en plena escena shoegaze.

Este álbum, con hasta cuatro representantes, fue al que más recurrieron, extrañamente, dado el carácter acústico y folk por el que han pasado a la historia. Bajo una tenue luz azulada y con una estática y misteriosa Hope, también repararon en temas de Among My Swan y, evidentemente, So Tonight That I Might See con el tema título y su hit “Fade Into You”, motivo por el que más de uno se acercó a verles. Pero quizá olvidaron o desconocían la vertiente más psicodélica de su música, que brilló en “She Hangs Brightly” o “Disappear” y en los temas de su cuarto disco aún por publicar. Concierto bello e hipnótico, en definitiva, que contrastó con la buena ración de rock que habíamos tenido hasta entonces y con la que seguiría luego en buena medida. (Yuri)

DEATH CAB FOR CUTIE
Es curioso ver cómo un mismo concierto suscita opiniones tan dispares, en este caso no tanto por el buen hacer de la banda sino por la calidad del sonido. Con prisa desde el escenario San Miguel dejaba a Greg Dulli despidiéndose para iniciar desbandada a la otra punta del recinto, dónde el escenario Mini poco a poco iba dando la bienvenida. Muy bonita sensación esa de ir acercándote e ir viendo y escuchando como Death Cab For Cutie ya estaba encima del escenario, pero muy agridulce cuando se reconocía una de las mejores piezas de sus últimos años “I Will Possess Your Heart”. La primera en la frente, pero hubo tiempo de llegar justo para cuando el desborde instrumental se calmaba. Como decía todo puede generar diversas opiniones, hasta que haya sido muy criticado el sonido del concierto cuando a un servidor le sonó perfecto en todo momento.

El resto del repertorio fue bastante mejorable, pero repleto de memorables momentos como «Crooked Teeth», «The New Year» y una inusual presencia destacada de «Narrow Stairs», aunque la escasa duración de una hora para una banda con tantos años de trabajo a sus espaldas es algo verdaderamente intolerable. Por otro lado vimos a una de las bandas más en forma de todo el festival, sobre todo con un pletórico (y muy delgado) Ben Gibbard liderando y un brutal batería como Jason McGerr a la espalda. Al final a pesar de la escasa hora de concierto, uno de los mejores de todo el festival. (Richi)

MUDHONEY
Al final los de Seattle no vinieron con Matt Lukin. No sabemos dónde se formó el rumor pero tanto nos da, porque a estas alturas los fans de la banda estamos más que contentos con el simpático Guy Maddison al bajo. Es un buen añadido a una banda que sigue sin dar síntomas de apagarse en directo. Más bien al contrario ofrecieron un espectáculo más enérgico que las últimas veces que se habían pasado por aquí, quizá en su condición de cada vez más reivindicados que les lleva a llenar considerablemente el ATP. Hicieron un concierto como ya viene siendo habitual con una primera parte haciendo sus clásicos con Mark Arm a la guitarra donde sonaron “You Got It” o “In N’ Out of Grace” hasta enlazar dos grandes hits de diferente calado como son “Good Enough” y “Touch Me I’m Sick” que abrió un gigantesco pogo.

Con todo dicho empezó la “fase Iggy Pop” marcada por temas más modernos, con menos fuzz y más garaje, Steve Turner sólo a la guitarra y Mark Arm ejerciendo más de frontman. A mencionar al más olvidado Dan Peters, siempre cumplidor a la batería con pegada y elegancia casi impropia de una banda de punk-rock en definitiva. Pese a ser un concierto de festival con su duración tan ajustada, tuvieron a bien despedirse con una muy solicitada versión de “Hate The Police” enlazada con otra de “Fix Me” en uno de los momentos más punks de todo el festival. (Raúl)

WILCO
Lo de Wilco y el Primavera Sound ya es un idilio imposible de romper. De la banda de Tweedy hemos visto en España ya muchas versiones, y lo cierto es que muestren cual muestren siempre salen triunfadores. A los que no presenciaron sus conciertos de presentación de “The Whole Love” el pasado otoño, un concierto de festival quizás le supiese a poco, pero si uno sabe situarse en el contexto en el que se encuentra ha de entender que una actuación programada en un teatro, difícilmente puede parecerse a otra en el escenario San Miguel del PS. Y es más, no deben.

Utilizaron su actuación para salir a disfrutar con temas de su nuevo álbum (que para algo siguen presentándolo), con canciones no muy habituales que se deben entender como regalos a los que ya los han visto varias veces, y como no, tocando sus clásicos obligatorios sea cual sea la plaza a torear. De esta forma sonaron de su nuevo “Whole Love” la impagable en directo “Art Of Almost” seguida como en el disco de “I Might”, y las animadas y festivaleras “Born Alone”, “Dawned On Me”, y “Whole Love”. Nada que objetar. Hubo hueco también para arrancar con una emocionante “Poor Places”, hacer una versión remozada de “Spiders”, interpretar “Laminated Cat” de su proyecto paralelo con O´Rourke, Loose Fur, o hacer un giño al pasado con la pieza del A.M, “To Far Apart”. Bonitas y curiosas piezas todas ellas. Y por último, y para contentar a todos, también hubo hueco para los clásicos. No faltaron la exhibicionista “Impossible Germany”, la belleza de “At Least That’s What You Said”, la imprescindible “Jesus, Etc.”, o el magnífico cierre que siempre supone “A Shot in the Arm”. En definitiva un concierto más de Wilco, sí, pero es que con ellos eso ya es más que suficiente. (Amalio)

BEIRUT
Tras el concierto de Death Cab For Cutie a Zach Condom y el resto de sus acompañantes de Beirut se le hizo muy complicado mantener la atención del mastodóntico escenario Mini. Y no será por canciones (destacaron como era de esperar “Nantes”, “Elephant Gun” y “Postcards from Italy”) y por un estilo único y particular como el suyo, que arrastra ya a muchos fieles con ganas de sentir esos vientos cálidos que no consiguieron levantar cierto frío y parsimonia de los presentes. Quizás en las primeras filas la cosa fue distinta, pero en lo que respecta al resto el concierto no tuvo la magia de otras ocasiones. (Richi)

THEE OH SEES
Sembraron lo recogido en anteriores pasos por el festival y el resultado fue un ATP repleto y lleno de gente enloquecida ante la psicodélica propuesta de la banda. Tan cabezones como refrescantes en su propuesta, lo suyo es mirar atrás de la forma correcta y traernos lo mejor de otras épocas en un vehículo que desafía géneros y fronteras. Indie-rock, punk, psicodelia o garaje, en cualquier caso nos metieron en un trance repleto de reverbs y coros a gran velocidad del que ni siquiera los Mudhoney pudieron escapar. Una espiral capitaneada por esas pintas de indie inofensivo de John Dwyer con su guitarra a la altura del pecho que provocó entre el público una locura de gente agitándose y hasta volando. Y eso que al final el concierto se vio truncado por una fatal noticia que le tocó dar con pena al mismo John Dwyer, la cancelación de Sleep por razones médicas. Suponemos que por sugerencia y con el beneplácito de la organización, aprovecharon las circunstancias para tocar más tiempo, ratificándose como una de esas bandas que estamos seguros seguirán viniendo al festival cada vez que haya ocasión. (Raúl)

REFUSED
Y llegó la hora de uno de las grandes reuniones de este 2012. El principal motivo de que por el Fórum andasen más personas dilatadas y tatuadas de lo habitual, es decir, el reclamo hardcore por excelencia de esta edición de PS, empezaba con puntualidad y contundencia en un escenario Ray Ban que estaba ya a estas horas hasta la bandera. Quince años después de su separación los suecos Refused se disponían a arrasarnos provocando un terremoto que será recordado tanto por los más viejos que ansiaban su vuelta, como por los más jóvenes que tanto han mamado de ellos en estos últimos años.

Discursos políticos aparte, lo cierto es que Dennis Lyxzén y los suyos demostraron estar en plena forma desde el minuto uno con un arranque de los que quitan el hipo (“Worms of the Senses / Faculties of the Skull”, “The Refused Party Program”, la espectacular “Liberation Frequency”, y el gran himno de su “Songs to Fan the Flames of Discontent”, “Rather Be Dead”). No faltaron otras de su piezas cumbre como una fantástica en directo “Summerholidays vs. Punkroutine”, o la en su día premonitoria “Refused Are Fucking Dead”. Con un sonido potente pero perfectamente definido, un batería como David Sandström en estado de gracia, y sobre todo un Lyxzén puro nervio y todo vigor, Refused se acercaban al final con posibilidades de redondear el bolo que todos sus fans soñaban desde hace años. Y para eso estaban los bises. La mil veces bailada y berreada por todos los seguidores de la banda en fiestas, bares, e incluso karaokes, por fin arrancaba con ese rasgueo de guitarra, esos redobles, ese sampler electrónico, y ese “CAN I SCREAMMMM?!!”. “New Noise” iba desatar una locura punk como las que pocas ha vivido en su historia Primavera Sound, y unida al cierre con la experimental “Tannhäuser / Derivè”, ponían el broche perfecto a la sobresaliente vuelta de los suecos. ¿Refused muertos?, no en 2012. (Amalio)

DANNY BROWN
Poquísima entrada la que asolaba la explanada del escenario Pitchfork para ver a un Danny Brown que sigue mostrando pletórico en sus trabajos discográficos pero que no salió con el flow suficiente para atacar a ese público que era escaso pero fiel. Posteriormente pudimos comprobar que a pesar de que Brown a piñón fijo todavía anda muy por delante de ASAP Rocky en lo que a directo se refiere, no supo poner la quinta marcha para levantar un concierto de apenas media hora larga y de un repertorio poco acertado para sus seguidores. En el planning la cosa seguía apuntando en abandonarle para ir a ver a Sleep, pero una vez en el ATP fue cuando nos topamos con la mala noticia de la cancelación de la banda de doom por probelmas de salud graves de Matt Pike. (Richi)

THE XX
El trío británico regresaba a Primavera Sound, dos años después de salir encumbrados en su primera visita como una de las grandes promesas del indie actual. Aunque casi todo el mundo que abarrotaba el escenario Mini estaba para volver a oír “Basic Space”, “VCR” y otros temas de su debut en directo, también había mucha expectación sobre las nuevas canciones que ya estaban tocando y por ver si seguían en forma tras casi dos años de ausencia de los teatros y festivales. Sobre el escenario, una X gigante elevada y translúcida de fondo y el cada vez más abultado equipo de Jamie esperaban a los creadores para que dieran respuestas.

Sin una palabra y entre penumbras subieron y comenzaron con una nueva canción con voz de Oliver que no se alejó mucho de lo ya conocido: melodías sencillas, muchos silencios, susurros, percusiones electrónicas marcadas… para seguidamente pasar a “Islands”, ya con Romi cantando, “Heart Skipped a Beast” y casi todos los temas de su magistral debut en la primera mitad de su hora y cuarto de actuación. Comprobamos que la melancolía y la belleza que su música transmite, acompañadas de un sonido perfecto y nítido, seguían intactas; incluso cuando el segundo tramo lo dedicaron en su mayor parte a nuevos temas, que progresivamente se iban volviendo más bailables, llegando a un punto en que hubo que hablar de dance o incluso calipso gracias a la habilidad del percusionista y programador. Nos quedamos con ganas de entrar más de lleno en estos sonidos, pero hasta Septiembre no podremos indagar en los misterios de Coexist. (Yuri)

ASAP ROCKY
Ya hemos hablado antes de que ASAP Rocky lleva en esto mucho menos que su colega Danny Brown, que incluso le hizo una visita en uno de los temas, pero ahora podemos hacer especial énfasis en lo que le falta y lo que le sobra a la propuesta. Por un lado ASAP Rocky es un chaval que a pesar de su juventud ha sabido reunir un repertorio sublime con su mixtape “LiveLoveAsap” repleta de un flow reposado, de bases envolventes y de unas letras tan irreverentes como elaboradas. El problema es que nada de esto se plasma en sus directos, que al final consisten en lanzar los temas desde un portátil (si, se escuchaba su propia voz en alguno de los casos, tal cual está en la demo) y él y toda su pandilla (ASAP Mob) saltando y chillando por encima. Esto está bien si eres Odd Future y tu música se basa en eso, pero cuando no es así la cosa es divertida pero para nada brillante. Cuando le dió por calmarse un poco, ya hacía el final y con temazos como “Peso”, consiguió dejarnos mejor sabor de boca. (Richi)

BOMBINO
Su concierto era una de las actuaciones pequeñas más esperadas por los entendidos. Es inevitable pensar que al margen de la calidad del artista y su banda, hay un argumento de moda de por medio y este año el barniz étnico parece que se llevaba. En definitiva se trató de un concierto de rock psicodélico con coartada tuareg, pero más rock que otra cosa. Lo que pudimos ver fue muy festivo a la par que hipnótico, el reducto de fieles que estaba en el Vice estaba muy a gusto y ellos en el escenario también, tanto que alargaron el fin del concierto todo lo que pudieron. (Raúl)

SPIRITUALIZED
Jason Pierce volvía al Fórum para presentar nuevo trabajo en varios años, Sweet Heart Sweet Light. Dispuestos en semicírculo en el Mini, con el alma máter colocado en el extremo derecho como uno más, comenzaron con su último single, la monumental “Hey Jane”, alargada hasta superar los diez minutos en todo un choque de rock psicodélico bajo luces estraboscópicas. Tras golpear duro en el comienzo, continuaron picoteando de temas de toda su discografía, oscilando sin problemas entre folk y el gospel de “Lord Let It Rain on Me” o el interludio instrumental de “Born Never Asked/Electric Mainline”.

La banda se mostró muy centrada en la música, vigilándose unos a otros dentro desde su posición. Mister Spaceman permaneció impasible, de blanco y bajo sus perennes gafas de sol, siendo las únicas que animaron las dos coristas. Con un buen sonido, los momentos álgidos recayeron en su puntual recuperación del legado de Spacemen 3 con “Walkin’ With Jesus”, el pop épico de “Soul on Fire” y, sobre todo, las visitas a su obra maestra, ‘Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space’, con el siempre muy celebrado tema título y la culminante “Come Together”, que dio fin a poco más de una hora de música con toda la intensidad del rock. Tanta, que Jason acabó tirando micros, guitarra y altavoces ante la mirada atónita de las coristas. Teatro o no, daba igual porque nos teníamos que ir corriendo a seguir viendo conciertos. (Yuri)

JAPANDROIDS
A cualquiera que le haya dado por seguir y apreciar la carrera de este dúo canadiense le debió saber a gloria ver dónde y a qué hora iba a tener lugar su actuación en Primavera Sound 2012. Sería en escenario más pequeño de todos (el Vice) y en plena madrugada dónde sin duda sus canciones de puño en alto y rock de celebración (como se llama su nuevo disco) iban a funcionar mejor, y así quedó demostrado con un pogo en las primeras filas que hacía temer por la vida de alguno. Todo habría sido maravilloso, ya que el repertorio supo usar lo mejor de su nuevo disco (“Younger Us”, Adrenaline Nightshift”, “The Nights of Wine and Roses” y “Evil’s Sway”) y de su previo “Post-Nothing” (“The Boys Are Leaving Town» para empezar, «Wet Hair» como momento álgido y «Young Heart Spark Fire» como hit absoluto), pero el volumen excesivo que utilizaron con sus amplis de bajo y guitarra fue tan molesto que hubo que ver el concierto desde la lejanía.

Visto como luego fueron pasando el resto de bandas la culpa debió ser única y exclusivamente de ellos mismos, sobre todo si lo comparamos con conciertos similares como el de The Men, Obits y OFF! De igual modo el mismo guitarrista se ganó el premio al más pesado de todo el festival dando charlas entre todas y cada una de las canciones, con especial mención a un speech final que terminó de cortarnos el rollo. Siguen siendo muy buenos, pero no mejoraron el recuerdo de su anterior paso por el festival ni por asomo. (Richi)

THE FIELD
Con agrado comprobamos como el sueco llevaba su hipnótica propuesta con un «live» en condiciones con batería y bajo acompañándole para recrear esas largas progresiones de sonidos repetitivos e irreales de electrónica ambiental. Sin embargo su directo ya estaba avanzada y visto que quedaba poco parecía complicado introducirse en la espiral sin dejar el viaje a medias. (Raúl)

JOHN TALABOT
Muchísima gente, nacionales y extranjeros, estaba bailando ante el directo de John Talabot cuando llegamos; consecuencia de su encumbramiento como una de las figuras claves de la electrónica contemporánea actual tras las las elogiosas críticas recibidas por su debut Fin en medios de todo el mundo. Se agradeció el directo en lugar de las cada vez más habituales sesiones de dj en los festivales, y temas como “When the Past Was Present” o “Destiny” enaltecieron nuestras maltrechos cuerpos a pesar del cansancio acumulado. En contra, los parones entre tema y tema, que no hubieran tenido lugar en una sesión, frenaron un poco el ritmo. (Yuri)

RUSTIE
Terminó la electrónica Rustie con un show bastante más minimalista que su música tan llena de color y fuegos artificiales. Pero su propuesta tan de portátil sufrió los temidos problemas técnicos y le cortó un ritmo que fue complicado retomar. Y es que, si en el mundo del rock no es lo mismo hacer un buen disco que llevarlo dignamente al directo, la democratización de la electrónica supone un abismo aún más grande. Mientras la cosa funcionó sonó bien, pero tampoco nos aportó demasiado respecto al propio disco. (Raúl)

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31 de mayo de 2012