El indie español no siempre es agradecido con sus clásicos, y aún menos con sus pioneros. Aunque se nos llene la boca recordando hasta la última maqueta o EP de Los Planetas, o miremos con añoranza las grandes obras de La Buena Vida o Sr. Chinarro, hay grupos y artistas de los que no nos acordamos tan fácilmente. Ha sido el caso de 091, que han tenido que resucitar debido al culto post-mortem para disfrutar de su primera (y merecida) gira exitosa; o de Surfin’ Bichos, que vuelven a salir de su semi-inactividad para girar por el 25 aniversario de «Hermanos Carnales».
Como 25 cumple también el álbum que nos toca: «Inercia», segundo disco de Lagartija Nick. La banda de Antonio Arias ya giró celebrando los veinte años del álbum, e incluso llegó a hacerlo posteriormente con su debut «Hipnosis» en un curioso caso de retroactividad. Pero quizá faltaba el testimonio sonoro que certificara la efeméride; cosa de la que finalmente se ha encargado el sello sevillano Lunar Discos reuniendo a once bandas de todo pelaje, unas más y otras menos encuadradas dentro del indie, para que abarquen el disco completo a canción por grupo.
Como siempre pasa en estos casos, el resultado es dispar aunque por suerte la media es buena, teniendo siempre en cuenta la magnificencia del material original. Inevitablemente sobresale la relectura de «Esa extraña inercia (Anfetamina)» de Triángulo de Amor Bizarro; que vuelven a demostrar por qué son la mejor banda del país haciendo una maravillosaversión del tema llevándolo hacia otros derroteros más psicodélicos y ruidosos y casi convirtiéndolo en otra canción pero respetando la esencia del original. Lo que debería ser, en definitiva, el fin último de una versión trascendente.
La otra única banda que le da la vuelta al tema asignado son Perro, que aportan el puntito freak y bizarro al convertir «Porno-Stéreo» en una caótica canción totalmente irreconocible. Más clásicos quizá pero añadiendo matices electrónicos y oscuros interesantes son Error6 y Trèpat; los primeros acercando «Rock’n’Roll Zine» a los terrenos de Primal Scream y Suicide; y los segundos adaptando «Satélite» a su sonido post-punk con momentos bailables. Blam de Lam con «Algo sucio algo eléctrico» y Delbosque con «Transfiguración (Mis cinco sentidos)» añaden los momentos más respetuosos del conjunto, pero con un interés especial por el lado psicodélico y espacial.
Sin embargo, es curioso como varios de los grupos de mayor renombre que participan lo hacen con versiones como mucho correctas. Amaral quizá mejoran algo su ya añeja versión de «Universal» añadiendo cierto elemento marcial, mientras que León Benavente aportan una algo gris versión kraut-pop de la en origen enorme «Sólo amnesia». Tampoco Niños Mutantes relucen especialmente con su desenchufada versión de «Cara B» que vuelve a cerrar el álbum.
De todas formas, «Inercia (El Párpado del Puercoespín)» se sitúa por encima de la media de este curioso subgénero que son los álbumes-tributo. Se nota el cariño de todos los participantes, a pesar de lo variable de los resultados, hacia un álbum seminal cuya influencia se nota sobre muchos de ellos. Un disco que merece ser reivindicado una y otra vez porque amigos: sin «Inercia» y sin Lagartija Nick el indie y el rock de este país no serían lo que son hoy. Y probablemente serían algo peor.
