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Suede – Bloodsports

Suede - Bloodsports portada
Warner/Suede Ltd., 2013
Productor: Ed Buller
Banda: Brett Anderson, Mat Osman, Simon Gilbert, Richard Oakes, Neil Codling

Géneros: ,

7.8

A diferencia de lo que sucede con otras viejas glorias del britpop que parecen haber vuelto con desgana y únicamente por el dinero (señalad a quien creáis conveniente), Suede pronto demostraron sobre el escenario que su reunión no era sólo cuestión monetaria, si no que detrás había ganas e ilusión. Tanta, que son de los pocos de esa generación, por no decir los únicos, que se han decidido a sacar un nuevo álbum tras más de una década de silencio discográfico.

Y eso que no eran ni mucho menos los más reivindicados. El recuerdo de los irregulares últimos discos de la banda, los por lo general grises discos en solitario de Brett Anderson y su fallido proyecto The Tears junto a Bernard Butler no eran los mejores ejemplos como para esperar lo mejor de un regreso de los londinenses. Afortunadamente, parece que la química entre los cinco miembros no sólo funciona en directo, y su nueva unión ha venido acompañada de una buena dosis de inspiración.

Sólo hay que prestar atención a “Barriers”, tema 100% Suede que abre el álbum y que se muestra como poderoso arranque: cristalino riff, elegante trasfondo sintético y la voz de Anderson sonando realmente bien que nos devuelven automáticamente a lo mejor de mediados de la Gran Bretaña de los noventa. Y es que los londinenses vuelven a demostrar en la tríada inicial del disco, completada por la muy rockera “Snowblind” y el pegadizo single “It Starts and Ends with You” por qué fueron los más aventajados alumnos de Bowie y los Smiths durante aquella década.

Evidentemente, no hay ninguna sorpresa sónica; Suede no fueron la banda más inquieta de su quinta ni pretenden serlo ahora. Pero eso no es motivo para quitarle méritos a otros temas como el medio tiempo cargado de (buen) melodrama como “For the Strangers” o “Sometimes I Feel I’ll Float Away”, canción que a buen seguro a sus más inmediatos ‘herederos’, Placebo, les gustaría haber compuesto a tenor de escuchado en su mediocre último EP.

En el último tercio, a partir de la algo anodina balada “What Are You Not Telling Me?”, quizá el nivel baje algo o se haga la escucha un poco monótona, pero en pocos momentos podemos hablar de medianía. Y es que el quinteto, en su sexto disco, ha conseguido crear lo que pocos esperaban de ellos: un disco consistente y disfrutable y con un buen puñado de sencillos potenciales. Algo que, por otra parte, parecen haber olvidado (o son incapaces de conseguir) desde hace más de un lustro muchas bandas británicas nuevas que aparecen continuamente en el NME y encabezan festivales.

 

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1 de enero de 2013