Dos años después de su último trabajo, Sôber culminan su ascensión a la fama dentro panorama nacional con este Reddo (“reflejo” en latín), nombre que le viene al pelo en tanto que algunos de sus temas “reflejan” y corroboran claramente el giro con el que ya nos sorprendió el grupo con su anterior disco.
El diseño de la portada del disco es tan alegórico como su título: plateada y pulida como la pretendida superficie de un espejo…minimalismo, sencillez, para un disco en el que curiosamente pecan quizás justo de lo contrario, de cierto recargo. Reddo es una forma digamos de “mantenerse en su postura”, iniciada con Paradÿsso, como ya hicieron en su día cuando sacaron primero Morfología y posteriormente Synthesis, entre los cuales hay bastante homogeneidad de estilo.
En general, abundan los medios tiempos, el tratamiento de la voz del vocalista, siempre buscando emotividad, expresividad… Se apuesta más que antes por la experimentación, aunque con resultados menos brillantes que la última vez (la introducción de coros en Solo resulta un tanto cargante). Las letras, se centran más que nunca en las relaciones personales, abusando en ocasiones del tema amor/odio, traiciones, desengaños, etc. Atrás quedan otros temas de antaño (drogas, muerte, prejuicios sociales…)
Al primer corte la impresión es buena. Una hora más contiene una fuerte dosis de energía, suena a futuro himno de sus conciertos venideros…como ya en su día hicieron con Diez años. Parece que la reciente paternidad de Carlos Escobedo ha influido en cierta medida, en la composición de alguna estrofa (lo que siento y temo es que no puedas ver en mí / ese amigo y cómplice y no al padre que ya fui); así como en otras composiciones del disco, en que nos muestra su faceta más protectora (Reflejo, La burbuja de Cristal) Por otro lado, se abandona un poco el tono críptico y oscuro al que nos tenían acostumbrados, para pasar a formas de expresión mas claras.
El primer single del disco, es su corte nº 4 La nube, y como single de lanzamiento la elección no podía haber sido mejor… pegadiza, y con todos los ingredientes a los que el grupo nos tiene acostumbrados: buen ritmo, buena composición, un solo bastante decente… en definitiva una de las mejores.
Entre los medios tiempos que mencioné destaca Penitencia, el tema de fondo va por los derroteros habituales, aunque destaca la frescura de su melodía, con sus riffs y sus cambios de ritmo.
Cientos de preguntas recuerda mucho a Mis cenizas en cuanto al tema de fondo, aunque le falta sustancia. En cuanto a la melodía, peca un poco de facilona. El resto de canciones no me llaman excesivamente la atención, y sin ánimo de ofender a nadie, no voy a hacer especial mención a ellas.
La valoración general se queda en un aprobado, y me atrevo a decir que “raspado”, ya que a pesar de que como ya he explicado tiene temas buenos, en el fondo sabe a poco… ellos pueden dar mucho más de sí como ya lo han demostrado con sus anteriores trabajos, a ver qué tal la próxima vez…
