Hace poco más o menos un año que Señores hacían acto de presencia en formato EP con su indie-rock melódico pero chirriante y ecos de una década que estamos hartos ya de nombrar. La agenda del cuarteto ha estado desde entonces repleta, con incontables directos y un segundo EP mientras preparaban lo que sería su primer largo, 10 canciones que, exitoso crowdfunding mediante, ya están aquí.
Como en casi toda conformación de la personalidad, este debut en largo gana cosas y pierde cosas. En general es notoria una mayor querencia pop, dejando el ruido y la crudeza de lado. Y es que el disco empieza en un tono mucho más cálido con «Amabilidad», aunque quizá por esa mala costumbre de hacernos idea de los discos por como empiezan, al final no sea para tanto. Lo que si está claro es que esta limpieza melódica les lleva a canciones tan redondas como «Carta de Amor Futura», un bailable hit potencial que se escora hacia la oscuridad gracias a su temática de amor vagabundo (no es una metáfora). No se han olvidado de la trompeta, que bien coloreó alguno de sus momentos más salvajes en el pasado, para esta faceta más melódica.
La melancolía arrastrada de «Sedentario» es otra de las más destacadas del conjunto, demostrando que también dominan los tempos más lentos y las atmósferas incluso progresivas. De eso parece tratarse este debut a veces, de demostrarse a sí mismos que pueden desencasillarse respecto al indie-rock que ya se les presupone. Aunque para sorpresas, los puentes desde la sensibilidad a la épica que se trazan en «Hablar (y forjar un plan)» junto a una Ainara LeGardon cantando en castellano.
En un polo opuesto de la parte más lustrosa y pop, tenemos las canciones más esquivas, con menos forma de canción. Aquí destaca la huidiza estructura de sólo estrofa de «Felices Facturas» con psicodelia fantasmal. «El Vendedor de Enciclopedias» en cambio, se parte en dos, una primera fase de pop guitarrero y una segunda de post-rock pautado por un galopante ritmo. Y no podemos olvidarnos de la parte más rabiosa, marcada por las guitarras de post-hardcore ruidoso de «Cretinos United», que nos conecta con esos primeros temas más corrosivos. Si a esto le sumamos esa especie de compendio de rock alternativo que es «Esquelas», no se puede sino aplaudir la variedad coherente que el cuarteto ha conseguido registrar.
Desde su base en torno al indie y el punk-rock, Señores han creado un disco expandiéndose a territorios poblados por sus diversas referencias, reflejando un propio microcosmos y arreglándolo con esmero tirando de varias amistades. En un universo paralelo e ideal, este es el tipo de pop y rock que se escucha en las radios.
