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Rammstein – Reise Reise

Rammstein - Reise Reise portada
Universal, 2004
Productor: Jacob Hellner
Banda: Lindemann, Kruspe, Landers, Riedel, Schneider, Lorenz

Géneros: ,

6.8

Gran expectación han creado Rammstein, sin lugar a dudas una de las bandas alemanas más grandes en el extranjero. Tras ser convidados por Trent Reznor a meter dos temas de Herzeleid en la BSO de uno de los films claves de los 90 (Lost Highway), su fama empezó a subir como la espuma en EE.UU. La inclusión del archiconocido Du Hast en Matrix granjeó a la banda innumerables fans en todo el mundo que, ajenos hasta entonces al rock industrial descubrieron una nueva sensación en el monolítico Sehnsucht. El brillante Mutter supuso una agradable sorpresa, parecía que el sexteto sabía como dar de sí una limitada fórmula sin aburrir, introduciendo más elementos épicos, melodía y refinando sonido y voz. Visto así, este Reise Reise se puede decir que es una prueba de fuego que superan pero sin mucha nota.

El disco tiene sus momentos lúcidos y otros no tanto, como ilustran algunos ejemplos. El disco abre con Reise Reise, un tema de metal industrial con aire operístico de los que ya vimos en su entrega previa y quizá tratando ser un puente entre esta y Mein Herz Brennt, resulta tanto el paralelismo con Mutter que ya supone una leve decepción. Lo mejor el final a cargo de violines. En cambio ese tono neorromántico aplicado a la balada que es Ohne Dich hace que esta no pase la criba, por lo ya repetitivo del recurso.

Otro caso encontramos en Mein Teil, un single de presentación, realmente bien escogido. Por una parte resulta inquietante gracias a la voz medio susurrante de la que hace uso y por otra parte tiene uno de esos estribillos atenazadores y sencillos en los que Till abruma al oyente con su potencia teutona y con unos gratos efectos de coro repitiendo el acierto de Sonne, pero diferente. En Morgenstern por el contrario se repite de nuevo el esquema con un resultado no tan bueno.

La cuestión es que este es el tipo de disco en el que las canciones que al principio no entran por «raras» son las que acaban gustando por «diferentes». Por tanto, el disco recoge bastantes canciones que oscilan entre el aprobado y el bien como Dalai Lama que con su rítmico riff que se desarrolla con bastante dignidad sin necesidad de grandes aspavientos o Los, de composición simplona y cuyo máximo valor reside en algún solo de guitarra clásico que puede descolocar.

Algo más interesante resulta Keine Lust está basada en riffs muy trasheros que recuerdan desde a los antiguos Metallica hasta Marilyn Manson. Alguna línea melódica vocal es sorprendente así como algún que otro sonido que nos remite al género cinematográfico. En el lado opuesto, Stein Um Stein nos muestra la cara más reposada del sexteto, al más puro estilo balada donde no podemos sino imaginarnos la nieve cayendo plácidamente en Alemania hasta que se agita la tormenta en el estribillo. Muy efectivos los solos/efectos/loquesean ya que en un grupo de estas características es difícil saber cuanto proviene del instrumento y cuanto de la mesa.
El ecuador del disco lo copan dos canciones de tema geográfico que pegan muy bien seguidas. Amerika es un tema de clara mofa a costa de los USA, un tono medio en serio medio en broma que le va muy bien al grupo y a la ambigüedad que tanto éxito les ha traído, hablando de lo colonizado que está el mundo por las empresas y costumbres yankis pero sin llegar a comprometerse con un mensaje en concreto. De lo más melódico y chocante que haya hecho Rammstein pero con todo para ser de lo mejor del disco. Moskau es otro objeto de polémica. Al final no pudo ser la colaboración prevista del eje ruso-alemán con las seudolesbianas Tatu, pero no hay duda de que la banda pensó en ellas cuando escribió esta canción. La voz aniñada de Viktoria Fersh, la temática moscovita aliñada con sonidos tradicionales… prejuicios aparte resulta de lo más disfrutable (y sobre todo bailable) del disco.

Otra mención de honor merece el contrapunto al disco puesto por Amour, un tema romántico y un auténtico broche de oro que consigue que el disco acabe con buen sabor de boca. El corte en sí es válido por la desasosegante atmósfera que crea en una perfecta conjunción entre voz y música. Por si fuera poco los últimos segundos acaban metiéndose poco menos que en la piel de unos System of a Down para finalizar el tema con una estrofa en clave hardcore, hecho en el que se puede ver una declaración de derechos, algo así como «podemos meter más caña, pero no nos da la gana de hacerlo».

Se puede concluir que Reise Reise es el hermano pobre de Mutter. Sin ser este una obra maestra contenía temas incomparables con los de aquí (Adios, Sonne) y otros que es mejor no compararlos (Mein Herz Brennt, Mutter). Da la impresión en cambio que Reise Reise presenta a unos Rammstein más maduros desde el punto de vista instrumental y arreglístico, descuidando la base, la composición. Aún así quién haya sido fiel a la banda en sus tres discos anteriores no debería sentir decepción alguna, mientras que quién nunca les soportó es improbable que se anime ahora.

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1 de enero de 2004