Ahora que la escena norteamericana se halla plagada de propuestas postgrunges adocenadas y sin chispa, el rock alternativo vive buenos momentos en nuestras tierras. Parece que las tendencias del rock llegan tarde a nuestro país, pero llegan que es lo importante. Así que olvidémonos del pasado mientras disfrutamos de «Accident», segundo disco de Persona.
Persona son un power trio zaragozano según la nota promocional apto para «amantes de Mudhoney, The Jesus Lizard, Hüsker Dü…». No pintan mal las referencias, aunque no hay que tomarlas demasiado a pecho. En terreno nacional sería más sencillo asociar su propuesta a la de Nothink, aunque más ágil y directa. Pero tal vez beban aún más de la urgencia de No More Lies -no en vano produce el ubicuo Santi García junto a Xavi Navarro-.
Así el disco toma forma de 13 dardos breves y certeros de rock con las suciedad de Seattle, con la rabia del punk y el dinamismo del hardcore, sin fallar en melodías. «Slogan» abre recordándonos por ejemplo a Rival Schools, «Dressed To Ignition» se sitúa muy cercana a los últimos No More Lies, «Life Fucker» encuentra huecos para la melodía con voces más amables o «Hikikomori» se basa en paranoia de obsesivos riffs que dan paso al optimismo guitarrero.
Cierto es que los amantes de la densidad del sonido sucio fraguado el en hardcore underground de los últimos ochenta y en los primeros pasos del grunge tendrán aquí una colección de temas que no les defraudarán. Contundentes y rotundos, pero que pasan con fluidez pese a cargados ambientes que rasga la voz. Así, su sonido constante pasa por ciertos matices; «How Can I Erase It?» juega con el emo y se mece en la tensión a golpe de batería, «Anti-age» canaliza rabia postgrunge a través de la velocidad, en «One Thousand Million» bajan las revoluciones y se recrean en la tensión instrumental, en «Pigeonhole» muestran una cara más melódica y cercana al indie, mientras en «Better You Forget» aflora la cabezonería stoner.
Como pega queda una sensación de homogeneidad a lo largo del disco que supongo no es mala mientras no canse, cosa que no ocurre, gracias a su brevedad. Eso sí, tal vez les quede experimentar un poco más de cara a futuras entregas. Porque uno no puede si no preguntarse si hubiera escuchado hablar de Persona de no haber fichado por un sello tan potente como BCore. En todo caso y entroncando con la introducción, hay que alegrarse de tener discos así y bandas en las que además cabe margen de mejora.