Paracaídas son una de esas bandas que no sabe uno si catalogar de noveles. Nos hallamos ante su primer largo, pero no sólo la banda lleva unos años formada, sino que además sus componentes son viejos conocidos de otros proyectos como Atención Tsunami, Incendios o Karen Koltrane. Pop, emo y post-rock son los principales elementos con los que juegan en este proyecto de base poética. También podríamos tener la tentación de sacar a jugar el sadcore por aquello del ritmo lento y la tensión, si no fuera porque el tono es más bien «happy».
Un exaltado poema «slam» de Neil Hilborn junto a una guitarra a fuego lento ponen en «Neil» el lienzo emocional para «Apaisado», un juego de piano, guitarra y ambiente delicados. Es una construcción lenta, paciente y sencilla, cualidades que impregnan prácticamente todo el EP. Pronto caerán dos de los temas más memorables, que curiosamente son su cara más pop y la más post-rock. La primera es «Como Si Nada», una historia de una ruptura tan luminosa que casi no duele. La otra, «Sans Soleil», referencia a la película del mismo título que arranca con un corte de voz de Florence Delay, es un prodigioso corte que crece a golpe de un vibrante bajo y se endulza tan sólo con la presencia vocal de un insistente coro.
Y tras este minimalismo lírico nos quedan dos temas de pop indie quizá más convencionales. Dentro de lo que cabe, la más tristona «Pegamento» y sus ritmos de juguete nos recuerdan a Standstill, mientras que «Rompehielos» recoge ecos del pop neoclásico con su profusivo uso del piano que desemboca en una agitación final de jolgorio post-rock.
«Pensamiento de paz durante un ataque aéreo» es un pequeño trayecto emocional y muy onírico, que apuesta todo por el «menos es más». Es uno de esos conjuntos de canciones que no hacen mucho ruido ni va a destacar en ese sentido, pero de los que, si le dedicamos un poquito de nuestro tiempo, nos va a regalar muy gratas sensaciones.