A veces en la música buscamos siempre lo más complicado. Por fortuna siempre hay bandas tozudas, fieles a lo suyo. Este es el caso de Muletrain, una de esas formaciones que transmiten confianza antes siquiera de escuchar lo nuevo que tienen que ofrecernos. Y esta vez ofrecen bastante novedad, puliendo su sonido de punk-rock hardcore en el que caben Motörhead, Black Flag, Ramones o Turbonegro.
El tono comienza en lo más alto con «I Want Rejection» y no decae hasta el final con «Give It Up». Son en cierto modo el mismo tipo de tema, puente entre la esencia Muletrain y los pequeños pasos dados en este disco. Por así decirlo, punk-rock n roll para cantar y mover el esqueleto (violentamente, a ser posible).
Más novedades en general, un toque más rockero, genialmente explicitado en «God Is…», con una urgencia y melodía que harían babear a bandas desde Turbonegro a The Hives. Y es que en general el disco también muestra un lado más divertido y juguetón dentro del punk-rock («Here’s Anxiety»). Juntas esto con trallazos hardcore a su estilo de siempre como «Sick City», «Do Something» o «It’s progress», lógicamente las más cortas.
La banda que un día debiera presentarse como de los «ex-Aerobitchs» continúa haciendo historia en el punk-rock nacional y se marca otro disco extremadamente corto (25 minutos) de pildorazos de rock rápido sin tregua y que se escucha con agrado de un plumazo. Pero esta vez, con una paleta de colores mucho más variada. Contra la depresión, unas dosis de Muletrain… y te harás adicto.