El segundo disco de MC5 y el primero en estudio presenta una clara diferencia con respecto a su debut en directo. Y es el menor volumen de las guitarras y la visceralidad de su propuesta, algo que se puede observar desde el mismo inicio. Donde en Kick out the jams nos encontramos con una incendiaria introducción que da paso a Ramblin’Rose aquí el álbum empieza con una versión del Tutti Fruti de Little Richard.
Es Back in the USA un álbum en clave más bailable y festiva,muy rock and roll clásico, alejándose del sonido salvaje que los emparentaba con sus paisanos The Stooges, y siguiendo una evolución diferente a la de la banda de Iggy Pop.
Pero estos comentarios sobre el ablandamiento de su sonido no tienen porqué ser algo negativo, el disco tiene mucho que ofrecer y no se le puede catalogar como un álbum de rock and roll del montón. Un álbum con pildorazos exquisitos de garage rock de la categoría de Teenage Lust o High School no pueden merecer jamás ese calificativo.
Las canciones son en general cortas (solo la balada Let me try supera los cuatro minutos),directas y pegadizas y supone una clara influencia en el estallido punk que sucedería no mucho después, tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido.
En definitiva, Back in the USA nos presenta a unos MC5 algo domesticados, que decepcionará a sus fans de gustos más salvajes que sólo los conozcan de su debut, pero que por otra parte atraerá a seguidores que gustan de un rock and roll más bailable y clásico. La versión de L.Richard y la que da nombre al disco y que lo cierra, perteneciente a Chuck Berry, son buenas muestras de ello.
Imprescindibles para entender la evolución del rock.