Hope Sandoval y David Roback van a lo suyo, como si el tiempo y las modas no fueran con ellos. Escuchar sus primeras canciones en diecisiete años, sin contar “Common Burn” y “Lay Myself Down”, aparecidas en un sencillo hace dos temporadas y también recogidas en este “Seasons of Your Day”, nos sigue deparando exactamente las mismas impresiones que hace más tres lustros: languidez, ensueño, nostalgia; enmarcadas dentro de un sonido que sigue situándose plácidamente entre el dream pop, el folk y el blues. Tanto podrían haber tardado tres años, seis o veinte en componerlas: la pareja tiene totalmente definido su estilo y no tiene prisa ni por mostrarlo a la luz ni interés en cambiarlo.
De esta manera, no nos extraña que “In the Kingdom”, primer tema del lote, parezca comenzar justo después del último segmento de su anterior disco, el lejano “Among My Swan”, lo que da fe del carácter atemporal de su música. Elementos reconocibles: una solemne melodía de teclados, la deliciosa slide de Rubback y la voz de Hope, uno de los grandes misterios de la música americana de las últimas décadas por su fragilidad, apatía e irrealidad. Son precisamente estos dos últimos elementos las piezas clave sobre las que se cimenta todo el álbum.
Ya que “Seasons of Your Day” es ante todo un disco desnudo, minimalista. En varios cortes, como “California”, “Does Someone Have Your Baby Now?” o “Spoon” (con aportación fronteriza del desaparecido Bert Jansch de Pentangle) se las bastan con voz y guitarra para encauzar las canciones, sin necesidad de más adornos ni complicaciones. Y es gracias a esta austeridad de medios que ganan en cercanía y calidez. En otras piezas añaden algunos arreglos que aportan matices, barrocos en el caso de “Sparrow” o de western nocturno en el tema título, que los convierten en temas altamente visuales y hasta cinematográficos.
Colm Ó Ciosóig, batería de My Bloody Valentine y colaborador habitual en los Warm Inventions de Sandoval, sería una tímida tercera pata para cuando necesitan de un contexto más rock o bluesy, como en la somnolienta “I’ve Gotta Stop” o la impresionante jam final de “Flying Low”, con la que el álbum se despereza justo para, irónicamente, finalizar.
No hay aquí ninguna “Fade Into You” ni ninguna “Flowers in December”. “Seasons of Your Day” no necesita de reclamos en forma de sencillos claros para llamar nuestra atención, decisión muy íntegra por parte de la pareja en todo caso. El álbum se va colando poco a poco en nuestra mente, al ritmo perezoso y pausado de una tarde de Otoño, para justo cuando llega el crepúsculo, nos demos cuenta de que Mazzy Star nos han vuelto a engañar y que estamos de nuevo meciéndonos en su regazo.
