/Reseñas///

Marilyn Manson – The Golden Age of Grotesque

Marilyn Manson - The Golden Age of Grotesque portada
Nothing/Interscope, 2003
Productor: Tim Skold, Ben Grosse, Marilyn Manson
Banda: Marilyn Manson, John 5, Tim Skold, Ginger Fish, M.W.Gacy

Géneros:

7.1

Tiempo ha pasado desde aquel Antichrist Superstar con el que uno de los personajes más controvertidos del rock de los 90 saltó a la popularidad y a los medios de comunicación de masas. Un par de discos bastante aceptables mediante, Manson ha conseguido llegar a cotas de creatividad similares a las conseguidas en aquella especie de «resurrección del anticristo». La marcha de Twiggy Ramirez a A Perfect Circle y la incorporación del músico y productor Tim Skold (KMFDM) parecen haber tenido que ver en el nuevo cambio de rumbo de la banda.

El caso es que Brian Warner ha vuelto con un disco notable, una especie de compendio de todos sus aciertos (y algunos fallos) desde Portrait of an American Family hasta ahora. El álbum presenta la estética del circo siniestro de Manson, un cabaret de lo grotesco, como bien deja claro en el título. Tras una inquietante introducción, nos sumergimos en el tema quizá más impactante del album y single de la BSO de Matrix Reloaded, This is the New Shit, menos previsible de lo que parece, utilizando una acertada base propia del hip-hop y que le devuelve a los ritmos industriales más propios del Antichrist Superstar. Acto seguido el single mOBSCENE, que reúne los items típicos de los hits de Manson, introduciendo elementos que hacen el envoltorio más atractivo, como sugerentes riffs de guitarras, una batería imprevisible por momentos o los coros femeninos, claras deudas al Be Agressive de Faith No More.

Doll-Dagga Buzz-Buzz Zigetty-Zag sorprende por su ritmo atropellado al estilo de swing-rock retorcido con alto contenido sexual. Otro tema muy potente es Use Your Fist And Not Your Mouth también emparentado preferentemente con la época del anticristo, muy pegadizo y con una base electrónica no por típica, menos agradable. Después llega la que da el título al álbum donde Manson utiliza su registro más retorcido y paranoico, sobre texturas de órgano fúnebre, un tema atractivo desde la primera escucha. De nuevo (S)aint recuerda a los ritmos más trepidantes y bailables del disco con que se dio a conocer al gran público y lo mismo podemos decir de Ka-Boom donde se notan paralelismos con algo oído en Mechanical Animals al menos en el estribillo. Pero como sucede con el resto, los ecos son solo eso, ecos. Escuchando los temas enteros vemos como esta es la obra más madura de un Manson más complejo.
De nuevo ritmos electrónicos de los más utilizados en Antichrist Superstar pero siempre con un toque más glammy en la voz, acorde a la temática depravada del álbum, se nos presenta Slutgarden. Esta vez inconfundiblemente más propia del andrógino y alienígena Mechanical Animals, el suntuoso corte Spade es heredero de la épica del electropop de los 80, su melodía la coloca entre lo mejor del disco. No menos adictivo es el comienzo de Para-Noir un inquietante tema dominado por voces femeninas de fondo y riffs envolventes en el estribillo. La faceta más agresiva de Manson y sus inicios en Portrait of an American Family salen a relucir en la furibunda The Bright Young Things. Aunque de nuevo esto se mezcla con toques más electrónicos y melódicos.

Uno de los temas más bailables lleva el nombre de Better of Two Evils. Un ritmo monótono y eficaz como Manson sabe hacer aunque había abandonado un poco en su último disco. Vodevil comienza con esa melodía de feria para convertirse en una batidora industrial al puro estilo Manson. Y después lo que se ha venido en denominar la Outro, igual de exquisita que la Intro. Se agradece que alguien use estos conceptos para algo más que decir gilipolleces y chulear y que contribuyan a la atmósfera, circense en este caso, del disco. Después y de regalo la ya editada versión del Tainted Love de Soft Cell, posiblemente una de las canciones más versioneadas en los últimos años. Aparte de ser una aceptable relectura, tras escuchar la de La Unión cualquier cosa parece sublime.

En resumen, un disco que será valorado por los fans y probablemente le labre una mejor imagen de cara a la crítica. Más de lo mismo, pero menos contundente y sorpresivo, si bien mejor ejecutado. Una mezcla de elementos industriales, glammys, metálicos y lenguaje pervertido. En todo caso supone un nuevo paso del provocador icono de Ohio hacia la equiparación de su concepto de arte con el que tiene la gente corriente y es que tras ser aplaudido por sus cuadros, nos regala una película en DVD, Doppelherz, una auténtica rayada en la que el cantante expone sus frases lapidarias de regusto nihilista con la coartada de la imagen provocativa. Manson vuelve con energías renovadas y pese a no haber gozado nunca de excesiva credibilidad por mi parte, se mantiene la curiosidad por cual será su próximo paso.

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1 de enero de 2003