No conozco de nada a los chicos de Malcortado, aunque seguramente tendrían mucho que hablar conmigo con esta fijación que tengo en presentarlos como una copia del estilo propio de Nueva Vulcano. Durante los veintidós minutos y veintidós segundos de este EP nos encontramos la sombra del trío capitaneado por nuestro querido Artur.
Ahora voy a explicarme bien, que hay que dejar claro que esta es ante todo una opinión constructiva y muy positiva para este trío canario. Porque hoy en día Nueva Vulcano son la banda más en forma del rock alternativo nacional y es muy lógico que deban ser un espejo al que mirarse, pero con un estilo tan personal como el suyo es fácil confundir la «influencia» con el mero «plagio». Aquí es dónde hay que marcar la diferencia con estos canarios.
Malcortado han elaborado un estupendo material, canción a canción y manteniendo el conglomerado en todo momento en un nivel muy alto. Eso es con lo que nos tenemos que quedar, porque no es nada fácil llegar a hacernos recordar a los mejores Nueva Vulcano ni en composiciones ni en sonido. No es que se hayan dedicado a copiar ese estilo tan propio tirando de esa batería cortante de Albert, ese bajo más alto que las guitarras de Wences o esas enrevesadas letras marcas de la casa. Detrás de «Villa Maria» hay ante todo unas canciones sensacionales.
Desde el inicio lírico sensacional de «Pastillas Para Olvidar», pasando por el punk rock de «La Fiesta» y la pegadiza «Tívoli» hasta el final calmado y sobrecogedor de «Accidentes», es todo un viaje de sensaciones y melodías que los encumbra como algo a tener muy en cuenta. Suponemos que a raíz de esta primera piedra serán capaces de generar un sonido algo más propio, pero de momento sus canciones son muy notables.