Love Division continúan en el empeño por hacerse un hueco en el rock por sus propios medios. Les descubrimos hace ya cinco años con su «Live in NYC» y después con el explosivo «The Velvet Revolution» en los que reivindicaban el rock directo desde Nirvana a los Stooges, el de sonido hard, corazón punk y sensibilidad pop.
Ahora vuelven a la carga con «Locomotora» que nos muestra a un trío algo más refinado y en el que el patente aire noventero se diluye en un tono americanista algo más clásico. Un gran ejemplo de esto es «Rock and roll rollercoaster», rock melódico que tiende puentes al del power-pop. «Honey I Don’t Mind» mantiene ese sonido enfocándose al ritmo y arrojando un resultado más bailable.
«Animal Song» es la más salvaje del lote, además de la más extensa y cambiante ya que poco imaginábamos que lo que comienza a golpe de riffs potentes pasará por momentos de tensión para finalmente explotar un climax entre trompetas. Y su total reverso dentro del sonido de la banda es la despedida con «Southern States» una bonita balada mucho más desnuda que lo acostumbramos a escuchar de ellos, donde la voz de Ricardo lima toda sus asperezas para acompañar con calidez a las melodías de guitarra. Respecto de la versión del «Helter Skelter» de los Beatles, es efectiva, pero se trata de un tema tan explotado ya, que la relectura del trío no nos aporta nada especialmente nuevo.
Love Division prosiguen su camino como francotiradores del rock y en la lucha continúan con ese libreto teñido en rojo y sus uniformes, pero en estos cinco temas nos ofrecen una faceta más luminosa que la vista en «The Velvet Revolution», no sabemos si el carácter de Fernando Pardo (Los Coronas, Sex Museum) ha influido en el humor del disco o simplemente son tiempos algo menos tensos para la banda. En cualquier caso nos dejan una pequeña muestra de lo que pueden estar preparando ya para su próximo largo y si algo persiste es la honestidad que destila el rock del trío.
