Los teutones Long Distance Calling nos presentan su tercer trabajo de titulo homónimo y con un paso más en la evolución de su sonido. Y es que la banda ha conseguido sonar fresca, dinámica y enganchar en un género, como el post-rock e instrumental, ya sea de una vertiente u otra, muy saturado de bandas que al final no ofrecen nada distinto y suenan repetitivas.
Este trabajo engancha de forma adictiva descubriendo detalles y matices en cada una de sus escuchas, y es que la banda ha dejado su lado más metalero a un lado y profundizado en la progresividad y los ambientes, pero dejando deliciosos riffs rockeros por el camino, bebiendo de bandas contemporáneas como Tool, A Perfect Circle o God Is An Astronaut y de otras clásicas como el rock de Led Zeppelin y los ambientes de Pink Floyd.
Nos enfrentamos ante un álbum envolvente, que te va atrapando poco a poco, penetrando por cada poro de la piel hasta incrustarse en el cerebro. Trasmitiendo a la perfección la temática del disco, cuyo hilo conceptual es la idea de que “solo somos una pequeña parte de este universo que crece sin fin” según comento el propio grupo.
Todos estos aspectos nos presenta este “Long Distance Calling” como un disco de variados pasajes y paisajes, con mas contrastes y detalles, otorgando mayor profundidad al trabajo que a sus predecesores. Sin grandes virtuosismos, ni delirantes punteos, pero un trabajo de apabullante calidad musical. Donde las guitarras, esta vez mas melódicas y menos rítmicas, el bajo, con sus distintas caras, y la electrónica encajan al la perfección, como un motor perfectamente engranado, donde nada sobra y todo queda bajo un absoluto control.
Los temas duran entre los 6 y 10 minutos, la banda los saca de jams, dándonos un trabajo que se prolonga hasta los 55 minutos de duración. El disco abre con la envolvente «Into The Wide Black Open” en un crecendo constante con un denso mar de guitarras y baterías con ritmos sincopados, continuada por la psicodélica y dinámica «Figrin D´an Booggie” con un gran ritmo inicial seguido de un pasaje ambiental para estallar en un magnifico final. El baile de instrumentos continua con “Invisible Giants” un tema que atrapa tus cinco sentidos para que no te pierdas nada de su constante evolución, que pasa por distintos estados, con final épico e intenso. «Timebends” un tema que goza de ricos cambios y momentos muy interesantes, y donde apreciamos claramente una de las distintas caras del bajo con un estilo muy funky. Para los nostálgicos de su anterior trabajo esta «Arecibo (Long Distance Calling)” potente y cañera, rompe la línea del disco con el tema mas rockero y que suena a la perfección. Como en todos sus trabajos no podía faltar la colaboración vocal en alguno de sus temas, esta vez a cargo de John Bush ex vocalista de Anthrax en el tema titulado «Middleville» un tema duro de metal progresivo, con destellos que recuerdan mucho a Tool y a la que la voz le da un toque peculiar y personal. El disco acaba con “Beyond The Void” el tema más post-rockero y ambiental del disco, que nos invita a un último y lejano viaje, dando otro tono, color y matiz al disco, cuando pensábamos que la banda ya nos había mostrado toda su paleta de colores.
Podemos decir que se trata de un trabajo que puede entrar directo y enganchar en una primera escucha, pero que no puede apreciarse ni paladearse hasta que no se haga varias veces, descubriendo distintos detalles en cada una de ellas. Long Distance Calling es una de las bandas más recomendables dentro del género.