Left Alone es el enésimo descubrimiento de la gente de Rancid (Armstrong y Frederiksen) para Hellcat/Epitaph. Tras casi 10 años de duro trabajo en la independencia punk de Los Ángeles siguiendo a rajatabla la máxima del DIY, Elvis Cortez y su banda se alistan en el sello que mejor rendimiento económico le sabe sacar al punk.
La primera impresión cada vez que se habla de un nuevo disco de Hellcat es que se trata de otro clon de Rancid (como si estos hubieran inventado el género). Para que engañarnos, Hellcat es un sello cerrado a estilos bastante constreñidos como el street-punk, el ska/oi! o el psichobilly. Pero algo hay en Left Alone que les aporta un aire diferente.
Y eso es el espíritu tremendamente oldie de la música y las letras de Cortez, un auténtico y anacrónico compendio de clichés punks. Así, tenemos un 90% de temas que hablan sobre relaciones, la mayoría de ruptura y despecho y otras, tiernas canciones de amor dedicadas a su actual pareja.
Entre lo más destacable del disco situaría la enérgica «Lonely Starts & Broken Hearts», la acelerada reivindicación de su vida en la carretera que es «My Whole Life» y que también asoma en la escueta y triunfante «My Way». Mención especial para esa oda a su coche, que tuvo que vender para reunir dinero y poder salir de gira, «My 62».
Con tanta historia personal y tanto posesivo adornando los nombres de las canciones no es difícil de reparar en que nos hallamos ante la banda de un individuo. Left Alone es en tanto porcentaje Elvis Cortez como Social Distortion puedan ser Mike Ness, por ejemplo. Y al igual que la de este, la música de Cortez recoge verdadera fascinación por el modo de vida punk y sus raíces.
En este sentido se mueven temas como «Dead Red Roses» o «Monday Morning» mientras que otros acarician los bailables cruces con el ska más cálido como es el caso de «Another Feeling» o «By My Side» creando una interesante mezcla… fresca aunque todo menos novedosa. Tampoco debemos olvidar canciones más aceleradas que no quedarían lejos de lo que es el punk-core californiano («Would You Stay Now», «Broke My Heart»), a los aportan eso sí, ese sabor mestizo que les da su origen hispano.
«Lonely Starts…» es un disco apto para punks nostálgicos, rockabillies, fans del ska con tirantes y por supuesto un divertimento más que eficaz para todo aficionado al rock. Por lo demás tampoco estamos ante un disco redondo (al menos en contenido) ni imprescindible en un género que hace décadas que tiene sus páginas de gloria escritas.