Jettison son un escalofrío, un roce, una caricia… ese momento en que el frío huidizo torna en cómodo calor. Una imagen que Joi Schreiber bien sabe captar en ese cover art a medio camino entre lo inquietante y lo apasionado. En fin, Jettison son también una banda con base en Munich que con este disco se lanzaba a la aventura del largo tras varios 7» editados sin saber que sería su trabajo final.
Encajar al quinteto en una escena no es posible, no porque no tengan su sonido definido – si algún adjetivo casa con «Heat Wave», esos serían «concreto» y «coherente»-. Habrá quien los tome como una banda «emo» y ciertamente el pop sentimental y eléctrico de Minor Steps está emparentado con el de Death Cab For Cutie. O incluso la estupenda y reconfortante balada Performers podría pasar por una de Jimmy Eat World.
Pero inevitablemente la banda se mueve por unos parámetros más clásicos, los cánones de belleza en una canción pop que mejor saben encauzar Flaming Lips o The Posies, a los que convenientemente se añade una dosis de guitarras si es necesario. De ello dan muestras en deliciosas y delicadas piezas de power-pop como Avalanche o It´s All True, que afloran del interior.
Esto no quiere decir que la banda no de rienda suelta a un siempre fino pop-rock alternativo en Aerospace – un tipo de pop que los últimos Chili Peppers intentan plasmar con menos éxito- o Reach for Something to Break, repleta de misterio y asociable al estilo de los Stone Temple Pilots más poppies.
Y si hablamos de misterio no podemos dejar de mencionar el punto inquietante que los arreglos sintéticos aportan al disco en temas como el aterciopelado All You Get, la rítmica luminosa de Out of This Place, el arrullo de los beats en Surrender to the Sea o el downtempo pop de Receiver a medio camino entre los Beatles y Portishead.
Es Heat Wave un valioso compendio de temas de power-pop más o menos introspectivo, más o menos vitaminado, pero siempre con una importante pulsión vitalista. No decepcionarán a ningún fan de Teenage Fanclub.