Con su cuarto álbum, Hot Chip siguen inmersos en su particular revisión de la new wave, la música disco y el synth-pop, o, lo que es lo mismo, mucha melodía, mucho sinte y mucho azúcar. Sospechosa mezcolanza que aún así nos ha dejado grandes canciones y discos en las últimas décadas; ahí están las grandes obras de Pet Shop Boys, Duran Duran o, más recientemente, Cut Copy,
Lo que sí ya es motivo de discusión es que Alexis Taylor reconozca que tanto Susan Boyle, la inefable nueva sensación del pop británico, como la Madonna de La isla bonita hayan influido a la hora de componer el álbum. ¿Estarán bromeando los ingleses para desatar así la discordia y ser la comidilla del NME durante unas semanas?
Puede que tales referentes sean ciertas a la hora de valorar una canción tan hortera como pegadiza como es I Feel Better (atención al bizarro videoclip: boy-bands contra frikis y demonios), pero en conjunto los londinenses han sabido conjugar sus influencias con estilo y la mayor parte del álbum salen airosos: temas como Thieves in the Night, One Life Stand, Brothers o Take It In son nuevos hits que llenarán las pistas de indies al acecho de la última moda, pero que también consiguen ser al compilarlas una notable colección de canciones que consiguen dar sentido de álbum.
Así que puede perdonárseles idioteces como We Have Love, ya que a la hora de la verdad cumplen de sobras. Eso sí, diabéticos, id con cuidado…