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Franz Ferdinand – Franz Ferdinand

Franz Ferdinand - Franz Ferdinand portada
Domino/PIAS, 2004
Productor: Tore Johanson & Franz Ferdinand
Banda: Alex Kapranos, Nick McCarthy, Bob Hardy, Paul Thomson

Géneros: ,

8.0

Franz Ferdinand parece un nombre un tanto extravagante para una banda de música. En principio parece esconder detrás algún sesudo grupo de post-rock o algo por el estilo. Nada más lejos de la realidad, ya que bajo ese nombre se esconden cuatro jóvenes de Glasgow cuya misión a corto plazo pasa por ser el enésimo grupo de moda del revival al que asistimos últimamente en el rock. Juega en su favor como carta de presentación este curioso nombre tomado del archiduque austrohúngaro cuyo asesinato en 1914 desencadenó la Primera Guerra Mundial.

En palabras del líder de la banda, Alex Kapranos su única pretensión es «hacer música para que las chicas bailen; ése es el principal objetivo de una banda pop». Esta idea les vino al notar que la escena escocesa estaba llena de «bandas que copiaban mal a Mogwai» y que además eran «muy aburridas, intelectuales y jodidamente pretenciosas». Pensando así es normal que hayan sacado un disco tan movido, divertido y espasmódico.

Jaqueline empieza con una estrofa estilo cantautor pero pronto un bajo comienza a marcar el tono bailongo de la banda, una guitarra cercana al Cecilia Ann de Pixies pero retrotrayéndonos más a los 80, a esa época dominada por series como los Monster y Batman. Y es que, a pesar de que Kapranos canta con igual dejadez que Julián Casablancas, la influencia es principalmente el post-punk o la nueva ola, en especial bandas de su país como Oranje Juice o Josef K., auténticos abanderados de esa tendencia del rock de baile. Un conjunto que no se puede cerrar sin citar a David Byrne y sus Talking Heads.

Pero se demuestra que van más allá del popurrí en temas como Take Me Out o The Dark Of The Matinee los cuales, a pesar de parecer facilones esconden estructuras complejas y cambios de ritmo desconcertantes. Take Me Out comienza muy rockera de nuevo con paralelismos a unos Strokes metidos en la fiebre del sábado noche. Por su parte The Dark Of The Matinee muestra una mezcla de pop vibrante y dejadez vocal vía Stephen Malkmus.
Auf Achse comienza con organillos muy básicos para imbuir la electrónica de neoromanticismo, tal vez por ello el título en alemán. Melancolía y baile al tiempo, con partes de fraseados canallas que recuerdan a los vibrantes Electric Six. Cierto tono similar tiene Michael aunque esta vez mucho más hedonista, sexual (con cierto toque homo en las letras) y sobre todo guitarrera. Esta vertiente del grupo nos remite también a Pulp, mientras que la sólida Darts of Pleasure se acerca en cambio más a New Order o a los más cercanos Interpol.

Así tenemos otros números que se acercan más al funk como la histriónica Tell Her Tonight, temas gamberros para arrasar en las pistas como This Fire, pop nuevaolero arrollador como Cheating On You, la más relajada 40´ que cierra el álbum o Come On Home que sin dejar los efectistas teclados se acerca por momentos a la armonía vocal propia de un Thom Yorke de la era The Bends. Por su parte las letras, aunque acordes al espíritu de baile tienen sus toques personales y sus extravagancias en forma de turbias historias de romance y sexo.

Total, música para disfrutar cuyo éxito está claramente en unificar dos modas revisionistas, del garage-rock y del post-punk. Pero ojo, no hay que subestimar su capacidad creativa ya que el disco es de todo menos aburrido y tópico. Veremos si perduran o no, pero de momento tienen sus 15 minutos de fama incluyendo portadas de todo magazine moderno que se precie, así como aparecer en los carteles de los festivales veraniegos (nuestros Primavera Sound y Benicassim) como uno de los principales reclamos. Al menos los británicos estarán contentos de tener un grupo que haga frente a la escena neoyorkina.

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1 de enero de 2004