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Flying Pig Matanza – Flying Pig Matanza

Flying Pig Matanza - Flying Pig Matanza portada
Autoeditado, 2011
Banda: Héctor, Miguel, Marcos

Géneros: , , , ,

7.8

Pop con pegada y mucha presencia del piano. Lo sé, es una descripción poco o nada atractiva tras sufrir el acoso de los singles de bandas tipo Coldplay o Keane, pero este trío de Alicante, con gente de Qualude en sus filas, no se dedica a buscar esos momentos de épica y gorgorito tan del gusto del mainstream británico sino atmósferas y melodías de más dificil clasificación, aunque sin necesidad tampoco de irse por la tangente.

La espiral de pianos entre lo optimista y lo obsesivo recuerdan a Themistake con esa voz de desgana y a algunas de las facetas de John Frusciante por el lado de las melodías. En «El Final del día», que abre el disco, el bajo describe estructuras inquietas y en una ansia por diferenciarse que recuerda a los inevitables Radiohead y a los Standstill del homónimo. Para rematar el tema meten agradecidos tonos de trompeta. Similares sensaciones afloran ante la desazon del monótono ritmo de «Piedras por el camino», como una especie de post-hardcore sin guitarras.

«Ganas de Soñar» toma un tono lounge-pop animado con palmadas bastante pegadizo. Por su parte «Pensamientos Invisibles» se revuelve en el funk por efecto de la inquieta batería que obliga a bajo y voz a atropellarse mientras el piano aporta sobria gravedad. Las mejores vibraciones se las reservan para cerrar el EP en «Te ha pillado el tren», cuya locomotora se mueve por un bucle muy optimista al que los tres instrumentos y la voz contribuyen como zarandeados por una misma fuerza natural.

Con un envidiable equilibrio de lo experimental con lo audible, no sé si merece la pena siquiera añadir post-etiquetas a este primer disco del trío. Dejémoslo en pop, rock y ritmos más amables derivados de la ausencia de guitarras, todo mezclado con gusto (llámesele buen hacer e inquietud underground, por ejemplo). No sabría decir si la fórmula da para mucho ya que son seis temas y el peso del piano parece homogeneizar un poco el conjunto haciendo pensar que canciones diferentes se parecen más de lo real. Pero habrá que estar ahí para velo y lo haremos con agrado.

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1 de enero de 2011