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Estradasphere – Palace of Mirrors

Estradasphere - Palace of Mirrors portada
The End Records, 2006
Productor: Steve Armstrong y Justin Phelps
Banda: J.Schimmel,T.Smolens, T.Harris,K.Kmetz,A.Stacey y L.Smith

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8.2

Si hablamos de Estradasphere es inevitable sacar a relucir la influencia de una banda tan imprescindible como Secret Chiefs 3, originalmente compuesta por Trey Spruance, Trevor Dunn y Danny Heifetz de Mr. Bungle, componian una fusión de musica arabe, rock, metal, avant garde, música surfera y una clara influencia de compositores como Ennio Morricone o Henry Mancini sin duda clave en el sonido de Estradasphere.

¿Que tiene que ver esto con Estradasphere? Pues la banda de Santa Cruz hasta este disco había estado en el sello de Trey Spruance, había tocado con Secret Chiefs 3 un montón de ocasiones, pero sobre todo si en algo se asemejan ambas bandas es en su sonido, claramente deudor de Secret Chiefs 3, aunque aboliendo mucha de la inaccesibilidad de esta banda.

Así este año, abandonando Mimicry Records y fichando por The End Records, Estradasphere se aventura en dejar de contar con los ex-Mr. Bungle y afrontar una nueva etapa. Desde las primeras notas de «Palace of Mirrors», que da título al disco, nos topamos con que no han perdido un ápice de calidad estos chicos de Santa Cruz, en una canción que bien podría formar parte de una película de animación de Tim Burton.

Obviando alguna que otra canción de cara a la galería avant-garde como «The Unfolding Pause of the Threshold» o «Palace of Mirrors Reprise», el disco es una muy buena colección de temas algo más fáciles de escuchar que obras previas.
Otros temas realmente destacables son «Smuggled Mutation» y «Those Who Know…» por sus atrevidos y veloces violines perfectamente ayudados por el acordeón y el banjo, la canción surfera «The Terrible Beautypower of Meow» o los temas de corte más metalero como la final «The Return» o «A Corporate Merger», que es probablemente el mejor tema del disco.

La notable aportación que tuvo el propio Trey Spruance en orquestaciones y mezclas en su obra más notable, «Buck Fever», se echa bastante de menos en este disco, pero sin duda han sabido suplirlo con una muy buena dosis de una música algo menos inspirada sobre todo con muchos menos «canciones de violín» de lo normal en Estradasphere.

Así bien, no es el mejor disco de la banda en absoluto, pero siguen adelante sin sacar un mal disco que llevarnos a la boca. Quizás el problema es que han dejado de sorprendernos, pero sigue siendo un gustazo que bandas así sigan adelante.

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1 de enero de 2006