Pocas bandas de dentro de nuestras fronteras pueden presumir de una carrera tan intachable como la de Los Enemigos. Comenzando en la proliferante Malasaña de los 80 y siendo parte importante en pleno auge del grunge y del indie-rock en los 90, han sabido ir encajando en todas y cada una de las escenas. Evidentemente Los Enemigos nunca fueron Radio Futura, ni tampoco fueron Los Planetas, ni siquiera tuvieron el éxito de ventas de Dover, pero cualquiera puede mirar atrás y darse cuenta que su legado es ya perenne.
La banda que capitanean Josele Santiago y Fino Oyonarte lo dejó justo cuando parecía conseguir sus mayores éxitos, simplemente bajo la excusa de que no les apetecía y motivaba el reto. En enero de 2012 regresaron (seguramente por la pasta) y en 2013 se han dado cuenta que las cosas funcionan bien entre ellos cuatro y se lanzan a autoproducirse un nuevo trabajo discográfico.
Así en «Vida Inteligente» podríamos decir que hay mucha vena continuista en el sonido: desde el inicio de blues trepidante de la canción que da título al disco, pasando por una «Gurú» que recuerda mucho a una «Complejo» mezclada con los ritmos de «Ná de Ná». Por echar la vista atrás, hasta en «Ciudad Satélite» tenemos la típica canción que suele cantar Fino: voces ocultas, ritmos acelerados y repetitivos, guitarras ensoñadoras… Por si fuera poco, todo se baña de grandes dosis de puro rock guitarrero como en «Santos Inocentes», «Café con Sal», «Aflicción» o «Cementerio de Elefantes». Los temas algo más lentos, también marca de la casa, funcionan bastante bien al irlos enmascarando y descubriendo a lo largo de todo un trabajo que cierra magníficamente con la unión de los «Cuatro Cuentos» con la desatada «No Es Igual».
Quizás los grandes cambios de este trabajo de discográfico de Los Enemigos vienen todos de la mano de su cantante, guitarrista y principal compositor Josele Santiago. Es evidente que la mejoría vocal de Santiago desde su operación de garganta suaviza un poco el tono de los últimos años en activo de la banda, algo que se acrecienta con unas letras tan personales como siempre pero quizás algo más directas. Ahí está por ejemplo la visión particular del banquero en «Firme Aquí», la crítica social de «Santos Inocentes» y «Hombre Que Calla», esas irónicas menciones a los sabelotodos en «Gurú» o la auto-caricatura en «Cementerio de Elefantes».
Este «Vida Inteligente» no es el mejor trabajo de la carrera de Los Enemigos, pero si lo ponemos en el contexto apropiado no podemos hacer otra cosa que reconocer a estos cuatro músicos que han conseguido un sonido ya no sólo propio e irreconocible, sino inimitable para el resto de chavales.