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Cohen – Subconscious Mind

Cohen - Subconscious Mind portada
Lengua Armada, 2010
Productor: 413
Banda: Rubén Ramos, Joseba Bernardo, Karlos García, Beñat Ayensa

Géneros: , , ,

7.8

Cada vez nos sorprende más como las jóvenes bandas maman a pronta edad tanta música que son capaces de editar debuts de calidad asombrosa. En este caso que nos ocupa son Cohen, cuarteto de Urnieta (Gipuzkoa) que, tras una maqueta/EP, se lanzan con disco largo de la mano de Lengua Armada y un sonido que debería hacer las delicias de fans del post-hardcore que va desde Refused a The Dillinger Escape Plan.

Tras la crispada intro de «The Well» que cuenta con la colaboración de Aitor de Berri Txarrak, el comienzo de «The Tell Tale Heart» nos suena a psicodelia metal estilo Mastodon, aunque la cosa comienza a pasar por diferentes estados del post-hardcore; de la calma melódica a la locura y los estribillos, a un estilo más próximo a Poison The Well, siempre con una base instrumental muy técnica y sólida.

En «Subsconcious Mind» ya se introducen en los terrenos más abruptos de las voces gritonas, pero siempre alternadas y con bastante acierto con partes melódicas y susurradas, añadiendo no sólo tensión sino matices muy interesantes. De lo mejor de un disco que lucha por mantener la excitación pese al escollo del género, el eterno debate entre la complejidad de estructuras y los ganchos. Sus temas no se graban a fuego a primera escucha, pero el trabajo técnico deja a uno noqueado en más de una ocasión. Y es que la fusión de poderosos riffs con esquizofrénicos cambios de ritmo al puro estilo mathcore les da buen resultado.

Así «When Sheeps Wear Wolf’s Suits» nos lleva desde su intrépida guitarra a la locura, luego a la paz y finalmente todo confluye. Más grave comienza «Transgenic Diseases», post-hardcore de extraña oscuridad metálica, con recodos para el desenfreno punk. Cuando la canción baja el tono y vuelve a explotar mediante un riff punk-rockero, somos conscientes de que Cohen han sabido crear una batidora de sonidos del rock alternativo de las últimas décadas, desde los coletazos del grunge, al hardcore melódico, lo que se salvó del numetal y finalmente el post-hardcore, el noisecore y el metal técnico, referentes más actuales. Y lo han plasmado con valentía y convicción, lo que les aporta ese plus de personalidad.

La producción merece especial atención. Porque una cosa es que lo hayan mezclado Pelle Henricsson y Eskil Lövstrom en Suecia (quién mejor para su sonido), pero no creo que el resultado fuera tan apabullante sin la grabación dirigida por en Madrid y Urnieta por 413. En todo caso, «Subconscious Mind» es de todo menos plano; cada altibajo, grito, coro, voz perdida en segundo plano, bajo descolocado, parece minuciosamente calculado para mantener el interés. Así, «Plagues!» destaca por sus fantasmagóricos coros que parecen beber de Mike Patton y su final en plan marcha militar, «Apathy is Alright» por cruzar el infierno del noisecore con la soleada California, «Firegiven» se entrega al rock alternativo de querencia deftoniana y «The Chameleon» conjuga con tensión su faceta más amable con ese punto de disonancia.

Hay algo en lo que la banda debería trabajar y eso es potenciar la variedad a lo largo de sus temas, tarea nada fácil en los géneros a los que se enfrentan. Tal vez espaciar sus asaltos con mayor presencia instrumental para no abusar tanto de la pauta «grito-melódico», que no por conseguida dejar de ser un poco reiterativa. Pero con los ingredientes aquí mostrados y con lo que vayan aprendiendo, hay un potencial enorme para llegar a crear uno de esos discos capaces de abofetear a iconos estadounidenses. En cualquier caso, «Subconscious Mind» debería convertir a Cohen en un referente claro en lo nacional para las generaciones que han crecido con bandas como Thrice, Poison The Well, Mastodon y Converge.

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1 de enero de 2010