Los años pesan. La presión mediática, aún más. No es fácil con todo ese lastre a bordo mantenerse a flote, pero lo que es aún mas difícil es seguir haciéndolo tan bien como siempre. Por eso sorprende que Bruce Springsteen vuelva a conseguir sacar adelante un disco con cierto giro arriesgado en su carrera junto a la E-Street Band (es necesario hacer la distinción entre la carrera de uno sólo y la del cantante de New Jersey y sus músicos).
Mientras gente alejada del rock pero igualados en repercusión mediática como Madonna o Michael Jackson – por que son los artistas a comparar en cuanto a famoseo – han ido cayendo en picado, los casos como de Springsteen o Dylan son las excepciones que confirman la regla. En este caso, aparte de ayudado de sus habituales Clarence Bigman y compañía, está de nuevo a los mandos un Brendan O’ Brien que parece ya reclutado como productor oficial de Bruce.
Brendan es de hecho uno de los baluartes de esta nueva etapa en la carrera de Bruce Springsteen & The E-Street Band. Primero con «The Rising» alzó las guitarras eléctricas que tan bien había hecho sonar con gente de la talla de Pearl Jam, Stone Temple Pilots o Rage Against The Machine para volver a poner a toda la numerosa banda en el mapa. Si bien, actualmente con la perspectiva que da «Magic» podemos ver que es ahora cuando de verdad los dos talentos se han fundido para darle a cada canción lo necesario. De hecho, el disco empieza sonando a Pearl Jam por los cuatro costados con «Radio Nowhere» pero tiene por el camino una contínua mezcla de adaptaciones del sonido a barroquismo y a Phil Spector. Dónde algunos han visto una escasez de recursos de O’Brien nosotros no podemos ver otra cosa que un trabajo sobresaliente de detalle canción a canción y de malabarismos minimalistas con 15 instrumentos detrás.
El ambiente americano se hace notar constantemente en los arreglos para sacar a relucir las armas líricas de Bruce Springsteen, que se encuentra mucho más a gusto en esta ocasión de lo que estuvo en sus obras de los ultimos años. Comienza con una incomprensible queja a la actualidad musical en «Radio Nowhere», justo ahora que Internet está sirviendo de satélite para abrir orejas, pero poco a poco se centra en gente que vuelve (o no) de lejos como muestra «Gypsy Biker», presencia de desiertos lejanos («Devil’s Arcade») o héroes muertos en causas perdidas como en «Last To Die» que nos lleva directamente a pensar en Irak. Mientras, otros momentos nos hacen reflexiones más generales y globales del panorama norteamericano para evocar y hacernos pensar a todos. Probablemente la palma se la lleva «Long Walk Home», que aunque anda repleto de citas y banderas que nos pueden resultar poco identificativas a nosotros, nos hace reflexionar sobre como las cosas deberían volver a su sitio… Lentamente. Además hay momento para ser catastrofistas con «You’ll Be Coming Down», irónicos con «Livin’ In The Future» y «Girls In Their Summer Clothes» así como de hacer juegos de manos con la propia «Magic».
Una obra que va a envejecer mucho mejor que lo han hecho las obras del boss de los últimos 10 años. Una especie de foto de lo que les ha tocado vivir ahora mismo a los norteamericanos, y por extensión a todos. Algo mas alejada del efecto reaccionario del 11 S en «The Rising» haciendo que pasara la prueba con nota él, su E-Street Band y el bueno de Brendan O’ Brien. Juzguémoslos en directo ahora, aunque en esa guerra si que hay poco desierto que se le resista.