Beezewax son una banda de pop-rock que, desde Noruega han conseguido hacerse un hueco en la escena internacional. A pesar de su juventud, la banda cuenta con su ya cuarto disco de estudio, «Who to salute», editado en Warner, aunque es su segundo, «South of Boredom» el que nos ocupa. ¿La razón? Que el sello indie navarro, Underhill Records tuvo a bien reeditarlo en nuestro país hace unos meses, al considerarlo la obra cumbre del cuarteto. Tras este disco, la banda ha continuado puliendo su propuesta con buen resultado, pero perdiendo parte de la garra inicial.
Beezewax practican un estilo simple de power-pop con mayor o menor presencia de las guitarras según los temas. Acertadas comparaciones serían Teenage Fanclub, Buffalo Tom, Velvet Crush o The Posies, lo que no extraña nada siendo el mismo Ken Stringfellow quién se encarga de producir el disco además de meter mano en los coros y arreglos de guitarra. Ejemplos tenemos en el pop adolescente con toque grave y tristón de «Play It Safe», en el power-pop guitarrero de acertado estribillo de «Dying to hit that note». Un sonido limpio, emocional e inocente.
El lado más pop lo muestran en la aterciopelada «Two Holes Apart», la cálida «The Counterfeit», la épica a medio tiempo de «In a Run» o la estupenda y delicada melancolía de «And It´s All About You», power-pop de gama alta. Otros momentos equilibran este sonido emocional cargando las tintas en las guitarra. Es el caso de «Dead End Kids» o «Defined Failure», digna de aparecer en un disco de Foo Fighters.
Eso sí, la banda gana enteros cuando verdaderamente hacen notar la fuerza de las guitarras. En esas ocasiones se resuelven con trepidante rock melódico («In the Stands»), velocidad a golpe de batería con un solo a lo J. Mascis («God Knows Where You Are») o indie-rock tejido con riffs acelerados y contundentes (That´s Not Here). Y en todo caso, las melodías se mantienen a un altísimo nivel.
Todos conocemos ese tipo de discos que, desde la simpleza inicial, nos atacan el subconsciente con sus estribillos y acaban alzándose con un hueco en nuestra estantería. «South of Boredom» es definitivamente uno de esos discos. No deja de ser enigmático que la banda hable del «sur del aburrimiento» en este disco desde su base escandinava. En todo caso, su destreza al ir al meollo de la canción, amenaza seriamente la hegemonía americana en este tipo de sonidos.