En estos tiempos musicales que corren, en que los debuts celebrados por critica y publica no son secundados por segundas obras a la altura, llegan Arctic Monkeys con las cosas claras y con un «Favourite Worst Nightmare» bajo el brazo para ponerles a todos humildemente en su sitio.
Sin duda el mayor cambio es mas hacia un terreno algo más acelerado y divertido, plagado de ritmos rápidos y guitarras cortantes marca de la casa. Así tenemos temas como «Balaclava» o «This House Is A Circus», deliciosamente mezclados con el sonido de los primeros The Strokes o Franz Ferdinand de «Do Me A Favour» o «The Bad Thing» (ambos hits 100% british). Pero la cosa no queda en esos derroteros, pues tiran de emociones casi acústicas en «Only Ones Who Know» o de un final trabajadísimo como «505», para irnos dejando claro que su evolución es lenta pero firme.
Estos chavales tienen la cabeza mucho mas amueblada de lo que parece, y se están ganando a pulso el encabezar festivales y estar en boca de todo el mundo. Mientras las cosas les salgan con esta naturalidad y buen hacer, pueden estar así de tranquilos…